7.9
Score

Final Verdict

Spice World debutan con un álbum que te encandilará a la primera escucha. Su pop juguetón de tintes lo-fi, y sus ganas de explorar nuevos caminos, hacen de él uno de los debuts más interesantes de lo que llevamos de año.

No falla: disco que edita Meritorio Records, disco que nos encandila a la primera escucha. El sello madrileño se ha especializado en descubrirnos a bandas de todo el planeta que llevan el pop en su ADN. Y para su último fichaje se han ido nada más y nada que a Australia. De allí, concretamente de Perth, son Spice World, un joven grupo que lleva el clásico sonido australiano a su mundo particular. Y todo esto con apenas dos años de vida.

La historia de Spice World es de lo más curiosa. La banda se formó a principio de 2021, pero, en un principio, su idea era hacer solo un concierto antes de que Julia, su batería, se mudara de ciudad. Lo bueno es que, les fue tan bien, que decidieron seguir tocando en formato trío, y cuando Julia volvió a Perth a pasar las navidades, aprovecharon para grabar las canciones que ya tenían compuestas. Y todo esto de la forma más casera posible, ya que, sin apenas conocimientos de producción, se montaron un estudio en la casa que tres de ellos comparten.

Con estos antecedentes ya os podéis imaginar por dónde van los tiros en ‘There’s No “I” In The Spice World’. Sí, evidentemente, sus canciones se acercan a mundos lo-fi, pero no se explayan en ello. Sobre todo, porque saben que tienen más de una gran canción pop en sus manos. Algo que se puede apreciar fácilmente en el jangle-pop acelerado de “Decorated Boy Scout”, en la que dan buena cuenta de esa fusión entre guitarras acústicas y eléctricas tan característica de la escena independiente de su país. O en esa descarga sonora llamada “Time Time Turn Around”, donde tan solo necesitan un minuto para conquistarte con su pop juguetón. Además de en el indie-pop de “Dying To Go”, que es toda una delicia.

Ya hemos comentado que Spice World tienen su propia personalidad y no se quedan estancados en el mundo del pop. Y es algo que se puede ver nada más empezar con “What a Pity What a Shame”, una canción que ni siquiera cuenta con una batería, y que se va más allá de los cinco minutos. Además, cuenta un ligero toque folk. O esa “Mountain Pony 20” cercana al slowcore de los primeros Galaxie 500. Un sonido al que también se van en “Snake Oil”. Y la verdad es que salen bastante airosos de estos retos. Eso sí, brillan un poco más cuando se meten en terrenos más abiertamente pop, como en el caso de “Uselles Feeling” y “Friend of Mine”, que son estupendas.