Tuvimos tiempo para cenar el viernes porque el vuelo de Lufthansa en el que los miembros de Shout Out Louds venían a Madrid había sido cancelado. Los de SON Estrella Galicia nos confirmaron que sí que habría concierto, pero dos horas más tarde de lo previsto.
Y así, a las once de la noche, con un poco de retraso y el pie cambiado subieron Shout Out Louds al escenario de la sala Cool para presentar ante el público madrileño su ya no tan nuevo disco «Ease my mind» (Sony 2017). Curiosamente, el cantante llevaba la misma ropa y el mismo corte de pelo que la última vez que los vimos en Madrid (y ya fue hace unos añitos). Los sofocos y disculpas lastraron las primeras canciones (‘Paola’, ‘Very’) que sonaron bien pero que, como que el avión causante del retraso, no terminaban de despegar. Pero el público madrileño es facilón, sobre todo en lo que a indie se refiere, y al segundo himno generacional (o a la segunda copa) perdona y olvida. El entusiasmo comenzó en el público y se contagió a la banda (no en dirección contraria) a la altura del efectivo ‘Jumbo Jet’, uno de los temas principales del último disco de los suecos. A partir de ahí, Adam Olenius se hizo con la complicidad del respetable cogiendo altura en temas como ‘Sugar’, ‘Hard Rain’ o ‘Tonight’.
El concierto amenazaba con ser más corto de lo habitual y la sucesión de pistas potentes avisaba de que los bises llegarían antes de lo previsto. El tramo final estuvo bien defendido y el cierre con el conocido ‘Tonight I have to leave it’, fue con el vocalista arropado por el público en el medio de la sala (con una linterna apuntando a una de las bolas de espejo de la sala Cool para intentar un efecto de luces conseguido a medias). Hubo un par de bises y se despidieron, tras 60 minutos justitos, dejando muy buenas sensaciones y ovacionados por unos seguidores totalmente entregados.
Texto: Pedro Velázquez
Fotos: Adolfo Añino