Acabar sus estudios de psicología, ser madre, emprender una carrera como actriz…Sharon Van Etten se puso unos cuantos propósitos hace cuatro años, y los ha cumplido todos, dando un ejemplo de constancia que ahora se refleja en su nuevo trabajo. “Remind Me Tomorrow” habla de eso, de seguir y buscar lo que deseas, y de la satisfacción de conseguirlo. Por eso estamos ante un trabajo bastante nostálgico, pero que, en el fondo, refleja optimismo.
La neoyorquina ha cambiado su forma de componer para contarnos sus nuevas historias. Antes basaba todo su trabajo en la guitarra y el piano, pero, tras toparse con un sintetizador Jupiter 4, todo cambió. Evidentemente, esto se refleja en el envoltorio de sus nuevas canciones, que bordean, o directamente, se meten de lleno en el mundo sintético. Eso sí, su pasión sigue intacta, y sus composiciones siguen poniendo los pelos de punta como antes (o más)
‘I Told You Everything’ abre el disco derrochando sinceridad (“I told you everything about my first time”), y presentándonos un poco de su nuevo sonido. Aquí sí que aparece el piano, y es un tema que bien podría entrar en cualquiera de sus anteriores trabajos. Salvo por una cosa, esa caja de ritmos pausada que se encarga de dirigir la canción. Algo que también veremos un poco más adelante, en la excepcional ‘Malibu’. Pero volvemos al principio para hablar del primer cambio sorprendente, el que aparece en ‘No One’s Easy To Love’, un precioso tema en el que los ritmos electrónicos son los protagonistas absolutos. Y en ese tono continua en ‘Comeback Kid’, una de las grandes canciones del disco. Su bombo, cortante y seco, se fusiona de maravilla con la Sharon Van Etten más épica y, juntos, nos dejan un estribillo para el recuerdo. Aunque, para el recuerdo, seguramente se quedará ‘Seventeen’, la canción emblema del álbum, en la que se pone nostálgica y se la dedica a Nueva York, la ciudad que la acogió hace más de quince años. Es una pequeña maravilla que recuerda bastante al Bruce Springsteen del “Tunnel Of Love”, y que emociona como nunca con esos gritos desgarradores que llegan tras el puente.
Parte del álbum nos presenta a una Sharon Van Etten más misteriosa y oscura que de costumbre. El mejor ejemplo viene en esa ‘Jupiter 4’ totalmente lynchiana (parece que su actuación en la última temporada de Twin Peaks le ha dejado huella), que resulta de lo más escalofriante. Pero también hay algo tan sorprendente como unos coqueteos con el trip-hop. Porque ‘You Shadow’ no puede ser más Portishead. Aunque, eso sí, aquí el tono es más alegre. Una alegría que desaparece en la escurridiza ‘Hands’, donde se pone un tanto ruidosa, y se deja llevar por la rabia. Afortunadamente, acaba el disco de una forma más delicada, dejándonos ‘Stay’, el que podríamos calificar como su tema de indietronica.
Sharon Van Etten ha sacado su mejor disco, y el más completo, demostrando así, que es una artista de lo más versátil y que se adapta a cualquier sonido le pongan delante.
Entradas recientes
- ¡Shazam! La furia de los dioses 2023-03-20
- OMD, La Riviera, Madrid (16/03/23) 2023-03-17
- Alison Goldfrapp anuncia su primer álbum en solitario 2023-03-16
- Eres tú 2023-03-16
- Araña, Jon Bilbao (Impedimenta, 2023) 2023-03-16