Nacida en Winchester y con una carrera musical que está estableciéndose firmemente entre Bristol y Londres, Rozi Plain se nos revela como una cantautora “rarita”, de esas que sin aparente esfuerzo se desmarca de los lugares comunes y de las fórmulas probadas, pero nunca hasta el punto de resultarnos distante o pretenciosa. Ella es, un poco, como los dos clips que hemos visto hasta ahora de este tercer disco (Actually y Jogalong): modesta, apegada a su entorno urbano, y capaz de encontrar un exótico atractivo a cosas aparentemente mundanas.

Resulta hasta lógico encontrar a alguien con quien comparte afinidades filosóficas y estéticas como Darren Hayman (Hefner) entre los que la han ayudado a dar forma a este trabajo, aunque también es revelador que entre su nómina de amigos cómplices encontremos a un mago de los sonidos sintetizados como Alexis Taylor (Hot Chip). Friend no está ni en el espectro más orgánico ni en el más electrónico; parece fluir de una fuente propia de sonidos agradables que normalmente no suenen convivir juntos, ya sean vistosas percusiones, flautas, metales, guitarras acústicas, o teclados bizarros.

Como una joven Suzanne Vega, Plain afronta con gracia y encanto un repertorio que nace de lugares oscuros. No en vano, Friend se vende como uno de esos “breakup albums” que tanto nos gustan a los que hacemos crítica musical.

Efectivamente, muchas de las letras nos hablan del reto de afrontar el proceso de separación y el dolor que eso conlleva (“Va a ser un año tumultuoso”, es la frase que nos da la bienvenida al disco); pero al mismo tiempo, tanto la voz como la actitud y la forma de crear melodías de Plain parece anunciar que al otro lado del llanto desesperado hay una sonrisa luminosa (ni siquiera un tema de paso eminentemente lúgubre como Tap to the chest consigue mantenerse ajeno al colorido durante todo su minutaje). Y es que, según ha confesado la propia Plain en una entrevista, la “hilaridad está a muy poca distancia de la miseria”.

En el caso de Friend, sabemos de qué lado acabó cayendo la moneda anímica en todas las ocasiones. Y nosotros, como oyentes, lo agradecemos y damos la bienvenida a una artista que parece tener mucho que ofrecer desde ya mismo.