Protomartyr es una de las pocas bandas actuales que han sabido revisitar el post-punk con dignidad y sin caer en la copia burda y manida. Junto con Preoccupations, Iceage, y algún que otro grupo más, se han preocupado de recuperar la parte más cruda y menos comercial del género. Y, aunque tienen algún punto más melódico, lo suyo tiene poco que ver con bandas como Interpol, y otros sucedáneos de Joy Division. Digamos que se acercan bastante más a Wire. De ahí que muchas veces se quiten el “post” de en medio, y se dediquen exclusivamente al “punk”.

Relatives in Descent” es su álbum más político, y en él reflejan esa situación tan jodida que tienen ahora mismo en su país. De ahí que suene de lo más oscuro, y que su cantante, el carismático, Joe Casey, suene de lo más cabreado. Temas como ‘Here Is The Thing’, ‘The Chuckler’ o ‘Windsor Hum’, están llenos de furia, claustrofobia y mucha rabia. Pero también saben ponerse contundentes y sonar mucho más melódicos, como es caso de ‘Caitriona’, ‘Don’t Go To Anacita’ o ‘Male Plague’. En ellas se aceleran más de la cuenta, y pisan el pedal de distorsión sin ningún tipo de pudor. Y hacen bien, porque se han sacado de la manga tres pepinazos.

Protomartyr son especialistas en hacer temas con cambios radicales de sonido. El mejor ejemplo lo encontramos nada más empezar, en la sobresaliente ‘A Private Understanding’. Prácticamente son tres canciones en una, y en ella dejan ver una primera parte inicial oscura e intrigante; un puente con guitarras acústicas en el que casi se acercan al ‘Into Your Arms’ de The Lemonheads, y un estribillo en el que todo explota. Esta fórmula la explotan muy bien en cortes como ‘My Children’, en la que se van acelerando poco a poco, o en la contundente ‘Up the Tower’, en la que se les ha ido un poco de las manos la brutalidad. Pero bueno, es algo que compensan con ‘Night-Blooming Cereus’, el corte más “bonito” del disco. Aunque, si lo miramos bien, ‘Half Sister’, con la que cierran el álbum, desprende una melancolía que no se ve en el resto del álbum.

No es fácil que el post-punk actual suene actual y fresco, pero Protomartyr lo han conseguido llevándolo a su terreno, y desde el lado más extremo del género, lo cual es más complicado todavía.