2020 ha sido un año complicado en todos los sentidos y el cine no iba a ser la excepción, lo que evidentemente se refleja en los premios Goya de 2021. Ha sido difícil estrenar películas y para los espectadores, con las salas cerradas y el miedo al covid, ha sido difícil también verlas. Quizás por ello, este año tenemos casi todas las cintas nominadas disponibles en plataformas digitales antes de que se celebre la gala. De las candidatas, en general, hay que decir que no hay grandes títulos de directores consagrados, pero sí muy buenas películas, sobre todo de nuevos talentos. 

Empezamos por las nominadas a la mejor película. Las niñas de Pilar Palomero es la revelación del año y la posible ganadora si atendemos a los premios que ya se ha llevado. Pero cuidado con Adú, la película con más nominaciones, un éxito de taquilla y un film espectacular que es una gran superproducción. Luego tenemos a dos directores veteranos que ya han ganado el Goya: La boda de Rosa de Icíar Bollaín Sentimental de Cesc Gay. Ambas estupendas, pero que pueden parecer ‘menores’ en la filmografía de sus autores. Por último, mi favorita personal es Anne, el debut de David Pérez Sañudo, que considero una de las películas españolas del año.

En las nominaciones a mejor director aparece Salvador Calvo por Adú, que demuestra una solvencia tremenda para encargarse de una producción de gran envergadura. También está Juanma Bajo Ulloa que ha tenido éxito en el complicado reto de contar una historia sin diálogos, solo con imágenes y música -nominada también-, en Baby. Creo que merece el Goya. Ojo también a Icíar Bolláin que consigue que todos los actores estén ‘en estado de gracia’ en La boda de Rosa. Mencionemos por último a una consagrada, Isabel Coixet, que ya sabe lo que es ganar el Goya, pero que en Nieva en Benidorm no firma su mejor película.

La categoría más reñida de los Goya puede ser la de dirección novel, y, sin embargo, seguramente recaerá en Pilar Palomero, autora de Las niñas. Pero el también debutante David Pérez Sañudo hace un gran trabajo en Anne y hay que destacar el buen rollo y las estupendas interpretaciones que consigue Bernabé Rico en esa feel good movie que es El inconveniente. Hay que reconocer también la originalidad de Nuria Giménez Lorang en la inclasificable y absorbente My Mexican Bretzel. Deberíamos aplaudir que en 2020 hayamos tenido cuatro óperas prima tan buenas y tan diferentes.

En la categoría de mejor guión original tenemos de nuevo a Pilar Palomero en Las niñas, haciendo un ejercicio de memoria emocional y veracidad. Alicia Luna e Icíar Bollaín firman el texto de La boda de Rosa, película más interesada en dejarse llevar por sus personajes que en contar una historia sólida. Adú, de Alejandro Hernández tiene problemas -en mi opinión- para equilibrar demasiadas tramas y para contar demasiadas cosas. Me encantan las Historias Lamentables de Javier Fésser y Claro García, pero creo la película brilla más en la puesta en imágenes que en su guión.

En cuanto al guión adaptado, para mí la favorita es la gran ausente de las candidatas a mejor película: Los europeos de Víctor García León es una de las cintas españolas del año, una estupenda adaptación de una novela de Rafael Azcona a cargo de Bernardo Sánchez y Marta Libertad Castillo. Luego está Ane, escrita por David Pérez Sañudo y Marina Parés Pulido, que aparece en esta categoría por adaptar un cortometraje previo, lo que, en mi opinión, la convierte en un guión original. Sea como sea, las otras candidatas son Sentimental, de Cesc Gay, que también adapta su propia obra de teatro y que puede sorprender; y la simpática Orígenes secretos, historia de superhéroes patrios en la que David Galán Galindo adapta junto a Fernando Navarro su propia novela. Creo que su estructura de thriller de los 90 -piensen en Seven (1995)- lastra la propuesta, haciéndola predecible y ‘ya vista’, cuando era una gran oportunidad de abordar un género muy popular dentro de las coordenadas del cine español.

¿Puede ganar Mario Casas el Goya al mejor actor? Su papel de ‘niño bueno’ en apuros en No matarás es impecable y debería convencer a los escépticos. Yo creo que a su favor juega que su película es más redonda que las de los otros nominados. Pero Javier Cámara está enorme en Sentimental, divertido pero complejo,y sería justo vencedor. También hay que destacar el papel de Ernesto Alterio en Un mundo normal, como un perfecto álter ego del director Achero Mañas. David Verdaguer es un gran actor y sostiene sobre sus hombros la película Uno para todos, en la que encarna a un sacrificado profesor sustituto, solitario pero entregado a su labor docente.

En cuanto a la actriz principal, sí que tengo una clara favorita en Patricia López Arnaiz, que debería llevarse el premio por Ane. Pero ahí está Candela Peña y su arrollador personaje en La boda de Rosa; Kiti Mánver hace una composición inolvidable como Lola en El inconveniente; y Amaia Aberasturi es todo un descubrimiento como una joven ‘bruja’ tan inteligente como rebelde en la estupenda Akelarre.

También tengo un favorito en la categoría a mejor actor de reparto: Juan Diego Botto está perfecto como un ‘señorito’ del franquismo, cínico pero honesto y sobre todo humano, en Los europeos. Sergi López está muy bien en La boda de Rosa, explotando su comicidad; y Alberto San Juan también está muy gracioso en Sentimental. Por último, la subtrama que protagoniza Álvaro Cervantes en Adú, creo que no ofrece suficientes oportunidades para su lucimiento como intérprete.

También está muy reñida la categoría de mejor actriz de reparto: Natalia de Molina viene arropada por el éxito de Las niñas; Juana Acosta es la réplica perfecta de Kiti Mánver en El inconveniente; Verónica Echegui se roba el protagonismo en el musical Explota explota, pero creo que debería llevarse el Goya Nathalie Poza por su personaje, con tantos defectos humanos como capacidad para conquistar al espectador, en La boda de Rosa

En cuanto al actor revelación, compiten Adam Nourou por Adú, que hace un excelente trabajo componiendo un personaje que podría haber sido un cliché de la inmigración -y de la persecución de la homosexualidad- que tiene la desventaja de aparecer más bien tarde en la trama. Una historia similar es la de Janick, que transmite una humanidad tremenda en Historias lamentables, también como un inmigrante. Luego está Chema del Barco, con el grandísimo mérito de medirse con gigantes como Antonio de la Torre y Raúl Arévalo en El plan, cinta de origen teatral en la que los actores son la película. Completa el cuarteto de nominados un temible Fernando Valdivieso que hace un papel intenso -aunque breve- en No matarás.

Me parece que el premio a la mejor actriz revelación está entre Paula Usero y Milena Smit. La primera, en unas pocas escenas en La boda de Rosa, resume toda la problemática de una generación de jóvenes que se han quedado colgados por las crisis -y ahora por la pandemia-. La segunda encarna un personaje enigmático, seductor y peligroso, que sin embargo resulta creíble en No matarás. Pero ojo que Griselda Siciliani está perfecta en un papel muy importante para la divertida trama de Sentimental. La joven Jone Laspiur borda su papel de hija problemática en Ane, un personaje complejo, contradictorio, que tiene varias caras.

Pasando a las categorías llamadas ‘técnicas’ -cuando tienen todo el arte del mundo- hay que hablar de Adú que aparece nominada por su dirección de producción, fotografía, montaje, dirección artística, maquillaje y peluquería, sonido y mencionemos también la música y canción original. Un montón de nominaciones, creo que merecidas. En estos apartados también acumula candidaturas Akelarre, una película con un empaque espectacular. Mencionemos también otra superproducción española como Black Beach, con 6 nominaciones, incluyendo además la de mejores efectos especiales. No me quiero despedir sin hacer mención al premio más seguro de la gala: el de mejor película animada para La gallina turuleca, la única nominada en su categoría.