Con “Let England Shake”, PJ Harvey se puso el listón muy alto, quizá demasiado. Superar esa obra maestra es casi imposible, y haga lo que haga, siempre será comparado con las canciones de ese álbum. Esto no es nada nuevo para de Dorset, que está acostumbrada a entregar discos sobresalientes con cierta regularidad, pero esta vez no ha conseguido llegar al nivel que tenía su anterior trabajo. Esto no significa que “The Hope Six Demolition Project” sea un álbum fallido, para nada, es un muy bien disco, pero claro, se queda por debajo de aquella maravilla que nos entregó en 2011.

Una visita a Afganistán, Kosovo, y el distrito 7 de Washington D.C, han servido a PJ Harvey de inspiración para crear las letras de este trabajo. Este recorrido por parte de las miserias del mundo hace que estemos ante el disco más político de la artista británica, y claro, esto tiene sus consecuencias. En la capital de Estados Unidos no ha gustado nada el retrato que hace de ese distrito 7, en ‘The Community of Hope’, la canción que abre el álbum. Al parecer, y al igual que en otros barrios marginales de muchas grandes ciudades del mundo, se prometió el oro y el moro, y por allí no ha pasado nada. La han acusado de centrarse en la parte superficial de la remodelación del barrio, y de estar hablando sin conocimiento de causa. El caso es que, la canción, es un auténtico pepino de poco más de dos minutos, en el que Harvey nos entrega uno de los mejores estribillos de su carrera. Además, tiene un toque muy pop, que recuerda a lo mejor de aquél “Stories From The City, Stories From The Sea” con el que nos dejó alucinados en 2001.

Musicalmente, el noveno trabajo de PJ Harvey se acerca a su predecesor, y no hay un cambio muy radical de sonido, como sí pasó en otras ocasiones. Eso sí, es un poco menos directo, y algo más crudo. Los dos primeros singles son los cortes más accesibles, y hay momentos en los que el saxo puede resultar un poco cargante. Además, es un trabajo un tanto ecléctico y, por poner un ejemplo, entre el rock desgarrado (ese riff pone los pelos de punta) de ‘The Ministry Of Defence’, y el blues fronterizo de ‘Chain of Keys’, hay muy pocas cosas en común. Pero claro, PJ no es tonta, y entre medias de todas estas canciones un poco más escurridizas, te mete unos cuantos temas pop que te dejan encandilado a la primera. Es el caso de ‘A Line in the Sand’ y ‘Near the Memorials to Vietnam and Lincoln’ (el título lo dice todo), que son un par de maravillas muy cercana a su anterior trabajo, o ‘The Orange Monkey’, que es un corte extraño, pero tremendamente adictivo.

Entre esas perlas en las que PJ Harvey se pone un poco más esquiva, nos encontramos con una emocionante balada de inspiración sureña llamada ‘River Anacostia’, en la que va subiendo de intensidad hasta meternos en un dulce baño de teclados. O temas como ‘Medicinals’ y ‘The Ministry of Social Affairs’, en los que un saxo de inspiración free-jazz es el gran protagonista. Pero es en ‘Dollar, Dollar’, el tema final, donde consigue emocionar sin casi instrumentos, tan solo el inevitable saxo, que aparece a mitad de canción, entre grabaciones de niños en la calle.

The Hope Six Demolition Project” es otro gran álbum de PJ Harvey, en el que la artista británica sigue explorando nuevos caminos sin perderse en su empeño por sonar diferente en cada álbum.