Desde que descubrimos a Nilüfer Yanya, no ha parado de darnos alegrías. La artista británica ha sacado algunos de los mejores singles de los últimos meses, y con temas como ‘Baby Luv’ y ‘Thanks 4 Nothing’ consiguió que crítica y público se rindiera a sus pies. Ahora, por fin, edita el que es su álbum de debut, con el que confirma que tiene talento de sobra para llevar a buen puerto toda una colección de canciones, y seguir enamorando a su público.

Miss Universe” es una especie de álbum conceptual, en el que, por medio de unos interludios robóticos, asistimos a un programa de autoayuda para llevar una vida saludable. Pero, a su vez, también es un trabajo de lo más ecléctico, algo que, viniendo de una artista que declara influencias de Pixies, Nina Simone y Amy Winehouse, no extrañará a nadie. Y es que, una de sus virtudes, es ver como es capaz de fusionar todo eso, y dar con un sonido fresco y absolutamente pegadizo. Algo a lo que también ayuda su voz cálida, la cual, en muchas ocasiones, se convierte en un instrumento más.

Se podría decir que, el primer bloque de canciones, que es el que va entre ‘WWAY HEALTH’ y ‘Experience?’, es el más rock del disco. Ahí está esa pequeña joya del indie-rock llamada ‘In Your Head’ que, haciendo honor a su título, se mete en tu cabeza y no hay quien la saque. Menos potentes, pero igual de sobresalientes, son ‘Paralysed’ y ‘Angels’, donde los guitarrazos se fusionan con esa elegancia que hace que su música resulte tan interesante. Además, en la segunda, da buenas muestras de esas bajadas y subidas de intensidad que tan buenos resultados le han dado en el pasado. Tras ellas, los pequeños matices electrónicos, hacen acto de presencia. En ‘Paradise’ casi son una mera anécdota, porque, al final, las guitarras, ganan la partida. Pero en la enorme ‘Baby Blu’, que es puro The xx, las cajas de ritmos se convierten en las reinas de la canción. Y si ya nos vamos a ‘Heat Rises’, podemos comprobar que no se le da nada mal acelerar los ritmos sintéticos.

Se podría decir que, salvo un par de excepciones, se ha reservado la parte más reposada del disco para el final. Algo que se podría haber vuelto en su contra, pero, una vez más, lo ha hecho muy bien. En parte, porque temas como ‘Melt’ y ‘Safety Net’, son dos grandes canciones de pop de lo más elegantes, y algo cercanas al soul, que se valen por sí solas. Y en parte, porque dentro de esas dos excepciones que mencionaba más arriba, nos encontramos con todo un hit de synth-pop llamado ‘Tears’, y con un introspectivo tema de puro rock llamado ‘Heavyweight Champion of the Year’.

Tras este magnífico álbum de debut, ya no cabe duda: Nilüfer Yanya es una de las artistas con más talento de la actualidad.