De sobra es conocida la conexión que tienen Nada Surf con España –ahora más gallega que nunca, ya que su nuevo disco se lo edita Ernie Records–, y el buen rollo que siempre desprenden en sus actuaciones en nuestro país. En esta ocasión, nos sorprendieron con una empanada excelente (hecha por la madre del capo de la discográfica) y unas cervezas que repartieron entre el público. Esta simpatía y amabilidad hacen que tengan ganada a la gente a las primeras de cambio. También hubo agradecimientos a las bandas que les dejaron el equipo, ya que, para esta visita promocional, tuvieron que pedir el bajo a Fino Oyarte y los amplis a los miembros de la difunta Jugoplastika.

Hace ya unos meses que el trío de Nueva York se ha convertido en cuarteto, y lo ha hecho a lo grande, con nada más y nada menos que Doug Gillard –uno de los miembros fundadores de Guided By Voices–. Todo un acierto, ya que otro guitarrista le da bastante más fuerza a su música, y en un show acústico se agradece muchísimo la aportación de otro instrumento.

Aunque el motivo principal de este concierto era la presentación de The Stars Are Indifferent To Astronomy (Ernie Records), tocaron muchos de sus éxitos y apenas cayeron cinco temas del nuevo trabajo. Por suerte, poco tienen que ver las nuevas canciones con el single de presentación que regalaban hace un par de meses –es bastante flojo–. Canciones como Clear Eyed Clouded Mind, Teenage Dreams o Looking Through, nos devuelven a los Nada Surf más power-pop, esos que son capaces de emocionarte y hacer que pegues botes al mismo tiempo.

La verdad es que el formato acústico lo manejan de miedo –Ira Elliot es una maquina al cajón– y se adapta tremendamente bien a su discografía, que repasaron casi al completo (lástima que últimamente se olviden de su primer trabajo), para alegría de los presentes. Funcionaron especialmente bien Happy Kid, 80 Windows, su estupenda versión de Enjoy The Silence de Depeche Mode, The Way You Wear You Head, Do It Again (aquí tuvieron un pequeño problema con el cajón) y la coreada Always Love, que se dejaron para antes del bis, donde tocaron See These Bones.

Son ya muchas las veces que un servidor los ha visto en directo –tengo un especial recuerdo de la primera vez que los vi, en el Festimad 97 a las cinco de la tarde, bajo un sol de justicia–, pero nunca me canso y, además, consiguen que año tras año vuelva a escuchar sus trabajos. En enero caerá el séptimo. 

Fotos: Fernando Curto

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