La brisa californiana conecta con el Mediterráneo

Los californianos Mystic Braves cerraron su gira europea en Valencia por todo lo alto a base de un pop con tintes de psicodelia y garage, de melodías adictivas, de atmósferas deliciosas y de ritmos disco. Venían a presentar su reciente y último disco ‘Pacific Afterglow’ (2022), el cuarto de su carrera, tras pasar por Barcelona y Madrid, y consiguieron ofrecernos una fresca brisa musical.

La sala Loco Club ofreció las mejores condiciones (sonido e iluminación) para que todo fuera rodado, ya que cuenta con esa virtud de cercanía entre banda y público de las salas de medio aforo (de casi 300 personas). El quinteto iba acompañado de dos coristas que embellecían aún más la melodía. ‘Pacific Afterglow’ conecta a los californianos con bandas como Tame Impala o Parcels, e incluso Best Coast, sonidos pop con tintes electrónicos (en su caso por el uso de los teclados) como en el caso del single “Never Went Away”, con la que abrieron el concierto. Me convencieron especialmente el guitarra solista y el bajista. Músicos que imprimen personalidad a su sonido.

Por momentos Mystic Braves me parece un grupo irregular, con buenas canciones como “Bright Blue Day Haze”, “Trippin’ Like I Do” y otras con menos enganche. Pero en directo demostraron su buen hacer y cómo la música puede estimularnos un domingo por la noche. Su single más disco “Sea Urchin” fue una explosión final vibrante de júbilo, jolgorio y baile: lo que viene a ser un colofón ideal, aunque luego hubo dos bises. La música tiene ese poder transformador.