No conocía a los madrileños Ganz, y lo cierto es que fueron una grata sorpresa.
Ejerciendo de teloneros de Motorama el pasado sábado en la sala Charada de Madrid presentaron las canciones de su e.p. de debut “Mistery Of The White Flesh” (más alguna otra que a lo mejor acaba formando parte de su primer larga duración).
Puede que su mezcla de post-rock y kraut con toques de electrónica fuese demasiado pausada, y demandase una atención que la mayoría del público no parecía estar por la labor de prestar. Aún así sonaron francamente bien, y siempre es bueno comprobar que bandas nacionales se atreven con propuestas más arriesgadas y complejas que van mucho más allá del pop-rock al uso. Ojalá la próxima vez que actúen tengan un público más receptivo. Prometen.

Motorama no tuvieron que hacer mucho para ganarse al público que abarrotaba la sala el sábado por la noche.
Puede que la buena acogida que ha tenido su último disco “Calendar”, y la fama que están adquiriendo de dar buenos e intensos conciertos tuviera algo que ver.

La propuesta musical de los rusos es clara, indie pop ochentero en general y el lado menos áspero de Joy Division en particular.
Así pues los movimientos y bailes a lo Ian Curtis (tanto encima del escenario como entre el público) no creo que extrañasen a nadie. Y precisamente eso fue una de las características del concierto, pese a lo melancólico que tiene en sí el género, la intensidad y la contundencia del sonido del grupo en directo hicieron que  casi nadie dejase de bailar de principio a fin.

Un concierto de poco más de una hora centrado en Calendar” (“White Light”, “YoungRiver”, “To The south” ……..), con algún tema más antiguo como  “Alps” (que dio titulo a su disco de 2010).
Tras un pequeño bis de dos canciones Motorama cerraban su actuación en Madrid dejando a su público con ganas de más (público que solo abandonó la sala cuando una especie de trash-metal comenzó a sonar a volumen brutal en los altavoces dejando claro que los rusos no volverían a salir a escena).

Dieron lo que se esperaba de ellos, y demostraron que el filón del indie pop 80’s británico aún no está agotado (al menos esa es la sensación que se desprende del entusiasmo con que fue recibido cada tema del grupo).

Desde Rusia con amor.