Con puntualidad británica, como era de esperar, llegó el primer concierto de Morrissey a la Ciudad Condal. Antes asistimos a los nervios de media hora de clips en pantalla donde cabía de todo, desde cogidas de toreros hasta los Ramones, desde Anne Sexton recitando poemas suicidas hasta Brian Eno.

Cayó la pantalla y la salida de Stephen Patrick no se hizo esperar. «The Queen is dead» para abrir, ahí es nada. No fue la única concesión a The Smiths, por ahí también cayeron «How soon is now», «Meat is murder» y «Asleep«, con la que cerró de manera elegante su show antes de volver para el bis con «Everyday is like Sunday«, que supo a gloria.

¿Lo demás? Pues sí que asistimos a la típica colección de clichés a la que los conciertos de Morrissey nos han acostumbrado (lanzamiento de camisa, fan que se sube al escenario, denuncias de torturas animales…) pero hay que reconocer que todo el show tuvo su punto. Aunque sólo duró hora y media escasa, dio lo suficiente para presentar en condiciones su reciente «World peace is none of your business», aunque fue una pena que dejará fuera su canción más hit en potencia como es «Staircase at the university» y también dio un poco de pena que se olvidara por completo de «You are the quarry» y «Ringleader of the tormentors«, sin duda sus dos mejores discos tras el comeback de hace ya una década.

En definitiva, la primera visita del que fuera líder de The Smiths a Barcelona supo bastante bien, aunque se quedó un poco corta en comparación con su visita a Madrid un día antes.