En primer lugar, atrás quedó la discográfica que los fichó hace unos años, Jabalina, aventurándose por nuevos derroteros en una nueva discográfica (El Genio Equivocado Discos). Atrás también quedaron (al menos por el momento) las máquinas, la electrónica aplicada al pop y las bases programadas como sustento principal de las canciones. Pero lo más importante para los sevillanos es que con este trabajo también puede quedar atrás la sensación de que su música nunca acababa de cuajar en el imaginario indie de este país. En el año 2010 aún cuesta vender a Montevideo a los que conocen su bagaje y nunca estuvieron muy interesados por el devenir de la banda, pero la sorpresa (más que agradable) viene cuando el oyente se adentra sin prejuicios en este nuevo disco, tercer LP, y, de largo, su gran disco hasta el momento. Déjense llevar por las nuevas canciones, adéntrense en el lavado de cara que presenta el grupo, temas redondos, cuidados y por momentos hasta arrebatadores, que pueden colocarse a medida que cale su nueva propuesta entre las canciones más adictivas del 2010. Sólo hay que empezar a escuchar del tirón los cuatro primero temas, y a bien seguro que a más de uno le van a pillar de sorpresa. «Orillas plutonianas» (el hit que cualquier grupo quisiera componer con un vídeo además prodigioso en cuando a sencillez e imaginación), «El futuro será lo que queramos» (otro temón adictivo que emana ciertos aires de negritud gracias a sus toques funky), «Saldremos de ésta» (el hit convertido en terapia para acompañar y dar esquinazo a nuestros momentos de bajón anímico)  y «Abominables intrusos» (radiografía certera de la soledad basada en “La invención de Morel” de Bioy Casares) están ahí para que una a una, nos hagan sucumbir sin demasiado problema al buen pop de guitarras por el que apuestan en este disco.  A partir de ahí, no baja el listón. «Mil vueltas» (la historia de un perro abandonado que bien podríamos aplicar a la de una persona), «Asesino» (con un peculiar falsete que o bien enamora o bien acabas odiando, eso va a gustos), «El azul de la pantalla» (uno de los mejores temas del disco con un toque agridulce precioso y un desarrollo instrumental encadenado final sorprendente), «Perdidos en el súper» (una curiosa y muy bien resuelta versión al castellano del tema «Lost in the supermarket» de The Clash), «No te puedo dejar sola» (momento bossa nova con la voz de Damiana, dulce voz que por cierto nos gustaría encontrar más veces en el disco) y una «Mi galaxia» que tras un tímido arranque (tal vez incluso demasiado dulzón), acaba enderezándose y explosionando en un mar de ruido y experimentación sonora fuera de lo habitual en la banda. En resumen, «Vértigo y euforia» da otra perspectiva a un grupo que parecía abocado a la indiferencia mediática pero que con este nuevo LP puede acabar dando el salto definitivo a un nuevo estátus que le depare muchas sorpresas en un futuro no muy lejano.