8.5
Score

Final Verdict

Low construyen otra estupenda colección de canciones en las que la distorsión juega un papel importante. Aunque ahora tienen que enfrentarse a las bellas harmonías vocales de sus dos componentes. Y el resultado no puede ser mejor.

Con una carrera tan extensa y llena de momentos sobresalientes como la que tienen Low, no debería sorprendernos que, a estas alturas, la banda -ahora dúo- de Duluth, siga siendo capaz de dejarnos noqueados con un nuevo trabajo suyo. Pero lo cierto es que sí que resulta sorprendente cómo han encauzado esta nueva etapa de su carrera junto al productor BJ Burton. Lo que empezó con ‘Ones and Sixes’, uno de los trabajos más asequibles del grupo –“What Part of Me” debe de ser la canción más pop de su carrera-, continuó con la catarsis sonora de Double Negative’, un disco que epataba por su distorsión tan contunde. Y así siguen en su nuevo trabajo. Aunque hay que decir que con bastantes más concesiones a sonidos más amables. 

Se podría decir que ‘HEY WHAT’ juega a ser los Low de siempre con el sonido de su anterior trabajo. Aquí, las voces de Alan Sparhawk y Mimi Parker están en un primer plano, y no se pierden entre texturas sonoras saturadas. Gracias a esto, han conseguido dar con un sonido tremendamente bello, que, en muchos casos, nace de un monótono acople de una guitarra, o de una distorsión al limite de muchos oídos. Digamos que convierten el caos sonoro en belleza. 

Una de las cosas que más seducen del nuevo trabajo de Low, es su capacidad de confundir al oyente. Hay momentos en los que ya no sabes si lo que suena es una guitarra, una distorsión digital, u otra cosa. En “White Horses” y “I Can’t Wait”, los dos temas que abren el álbum, juegan muy bien a esto. De los restos de la primera, nace la base rítmica de la segunda, pero su sonido se acelera y cambia por completo. Es una especie de juego aparece a lo largo de prácticamente en todo el álbum. Como en “Hey”, una canción de más de siete minutos que cuenta con la melodía más bella de todo el disco, pero la acompañan de una instrumentación inquietante y cambiante. Y no es que estén tratando de sabotear sus propias canciones, porque en ellas demuestran que, a pesar del shock inicial, han escogido el mejor envoltorio para cada canción. 

Otra de las cosas buenas que tiene “HEY WHAT”, es que cuenta con temas más “fáciles” de escuchar y que ejercen muy bien de single. Entre ellos esa pequeña joya llamada “Days Like These”, donde sus voces, que suenan esperanzadoras y vibrantes, se acompañan de una distorsión cruda. Pero, una vez más, resulta tremendamente efectivo. O esa “More” sucia y guitarrera, la cual suavizan con otro bello juego de voces. Incluso esa oscura “The Price You Pay (It Must Be Wearing Off)”, con la que cierran el álbum, presenta un punto más melódico que otros momentos del álbum. De hecho, parece, que es la única canción en la que Parker toca su batería. Pero, como ya hemos dicho antes, eso es casi imposible de saber.