Puede que Los Punsetes sea una banda continuista, pero también es una banda absolutamente necesaria. El pop español necesita sus letras directas; esas que despliegan chorros de rabia e ironía, que no dejan títere con cabeza, y que convierten sus canciones en una droga de la que es casi imposible desengancharse. Así que sí, es un grupo continuista, pero nos tienen absolutamente enganchados, y necesitamos nuestro chute cada dos años.

¡Viva!” es otro álbum que va a toda leche, y en el que las guitarras vuelven a rugir con fuerza. Desde el tema inicial, el que da título al disco, pisan el acelerador, y apenas levantan el pie de él. También desde este corte empiezan a soltar frases para la posteridad –son el único grupo capaz de emplear dos veces la palabra mierda en el mismo estribillo, y que no desentone-, y a repartir leña contra todos –“viva el presidente, viva el gobierno, gracias a vosotros van a ser eternos”-. A partir de aquí son capaces de todo, desde desear lo peor a ‘Tu puto grupo’, hasta crear una fábula apocalíptica alrededor de la corrupción (‘Humanizando los polígonos’).

No cabe duda de que, el éxito de Los Punsetes, reside en esa mezcla de mala baba y melodías absolutamente pop. Son especialistas en crear auténticos himnos de pop luminoso con letras que hablan de la muerte, o del hastió y las ganas de escapar a otro lugar. Ahí está esa ‘Alphaville’, donde se ponen dulces para relatar dolor que supone el final de una relación, o ese acelerado testamento en forma de canción (y trabalenguas) llamado ‘Mabuse’. Además de tratar de superar la partida de un ser querido con una adicción al porno (‘Presagios de partida’), o de hacer otro himno acelerado como ‘Miedo’, donde todo parece indicar que estamos ante otra canción de venganza.

Como viene siendo habitual, hacia el final del disco, aparecen Los Punsetes más crudos y, en algunos casos, más contundentes. Es el caso de ‘Camino’, de la que se podría decir que es su canción más acelerada hasta la fecha. Pero es en ‘El manual’ y en ‘Estrella distante’, donde nos encontramos su faceta menos pop. Al igual que en temas de sus anteriores trabajos, como ‘Flora y fauna’ o ‘Amanece más temprano’, en estas dos canciones, empiezan relajados, y acaban con una tormenta sonora de guitarras estridentes. Es más, en la segunda se explayan bien a gusto durante varios minutos, y se convierten en una banda noise. Algo que no se les da nada mal.

Con su quinto disco, los madrileños engordan aún más su abultada colección de temazos, y de paso, se aseguran ese puesto entro lo mejor del panorama nacional que ocupan desde hace unos años.