Música manifiesto

El concepto de banda lugareña, arraigada a una ciudad o a un entorno, existe. Bandas que están por ejemplo marcadas por el idioma, o por su origen: Lori Meyers, Los Planetas y Lagartija Nick a Granada; Luis Brea, Nudozurdo o Havalina a Madrid; Anari, Lisabö, Belako a Euskadi. Los Punsetes son una banda de Madrid, que no puede renegar de sus orígenes: Malasaña, el Nasti, el underground, y una actitud totalmente lanzada, a veces incendiaria, para nada equidistante. Toman partido y se mojan ante la pantomima social, te dicen las cosas a las duras y a las maduras (sus canciones “Idiota”, “Tu opinión de mierda”, que sonaron en el concierto, son dos claros ejemplos). Los Punsetes, su nombre es un homenaje a Eduard Punset, reflejan un hastío social, y una especie de inconformismo vital que tiene su tirón y su público. Es música manifiesto, nada de panfletaria, que manifiesta mediante la risa el hartazgo de la gran comedia vital, y la moto que nos han vendido.

El concierto del viernes pasado era un concierto incluido en el Inverfest que había sido pospuesto por la ola ómicron. El quinteto madrileño venía a presentar su doble vinilo de grandes éxitos ‘España necesita conocer’ editado por el sello Sonido Muchacho el mes pasado. Un alegato, a su manera, del estado de las cosas, pasado por la batidora noise. Y una sucesión de hits, de éxitos incontestables. La última vez que vi a Los Punsetes fue en el Vida Festival de 2017, y ya sonaban robustos. Ahora  suenan más contundentes, más empastados, bien engrasados y con una la contundencia de  la secuencia ramoniana de canciones. Ariadna continua con su actitud hierática, marca desde sus inicios, pero con una voz vivaraz, acompañada de un cóctel de colores y estilazo (se viste a veces moderna, a veces de época). Desde el arranque inicial con “Fondo de armario” todo presagiaba una noche imparable. Y así fue. Tres tercios de entrada y un público transversal (desde los 20 años hasta los 40-50) entregado a la causa punsetiana sin contemplaciones.

Los Punsetes tienen pegada en la música, rabia y resistencia moral en sus letras. De la calma de “Un corte limpio” y “Maricas”, a la energía radiante de “Alférez Provisional”, “Tus amigos”, “Tu puto grupo” o “Dos policías”. Canciones que la gente canta a grito limpio, para orgullo, liberación y satisfacción. Fue un arsenal de éxitos. Me gustó el punto gracioso y bien traído de sus visuales, algunas un poco cutres pero tremendamente efectivas, haciendo las veces de memes tremendos o de vídeos con retranca bien traídos al hilo de la canción. A mí personalmente me convence su estilo distendido, dinámico, lleno de capas de ruido, riffs y una batería contundente. Algo que en directo ofrecen con soltura y prestancia. También me seduce la agilidad en sus letras y con una crítica incisiva que cuestiona la escucha pasiva y gratuita, y el estado confort. Los Punsetes no dejan indiferente porque Los Punsetes son como tú y como yo, unos luchadores del día a día. Que han pasado varias crisis, y ahí siguen batallando.