El penúltimo Marcos Gendre -siempre hay otro libro al acecho, este hombre no para- es también uno de los que más me motiva reseñar. Primero, porque es una de sus publicaciones más personales. Segundo, porque me toca reseñarlo al poco de haber hecho lo mismo con las Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock del sin par Ian Svenonius, al que se hace referencia obligada en el libro. Y tercero, porque para mí supone un reto y una oportunidad de reivindicar a los escritores como él. Si me dejáis, lo explico punto por punto.
Primer punto. La Distorsión Inteligente. Post-hardcore: la reinvención del punk es la obra más personal de su autor hasta la fecha. Empecinado con lo que le apasiona, Gendre dedicó dos años de su vida a gestar el libro, surgido a raíz de su serie de artículos bajo el mismo título en el webzine El Enano Rabioso. Por su cuenta y riesgo. Después, una vez la obra era algo tangible, y de un modo casi quijotesco, “empezó a moverla”, luchando contra las reticencias varias —me sale otra palabra pero guardaremos las formas— que su propuesta despertaba. Seamos realista, el post-hardcore no va a vender muchos libros. Hasta que Quarentena Ediciones apostó por ella. He tenido la fortuna de ser espectador del a veces dantesco y deprimente periplo del autor en busca de dar salida a su obra y solo puedo decir que sin su fuerza de voluntad y sus infinitas ganas de hablar, de transmitir pasión por la música, La Distorsión Inteligente estaría dormitando en un cajón.
Segundo. Hacer un libro sobre el post-hardcore no es solo ir contracorriente hoy en día, ya que no solo hace tiempo que su época dorada pasó, sino que directamente es una temeridad. Es una reivindicación en toda regla. ¿Cuántos libros existían sobre el género? ¿Y en nuestro país? Y esto lo dice alguien que no es precisamente un entusiasta y que, antes de embarcarse en esta lectura apenas conocía a una docena de nombres de los setenta que Gendre disecciona aquí. Si me sacáis de grupos que superaron las barreras del mundo underground como Minor Threat, Fugazi, Shellac —los “plastas” recurrentes del Primavera Sound—, Big Black, Slint y, a nivel estatal, Lisabö o Half Foot Outside, mi conocimiento era nulo.
Pero gracias a la prosa de Gendre, siempre exhuberante y sugestiva, uno se adentra en estas páginas primero con escepticismo, luego con curiosidad y rápidamente con avidez, encontrando no pocos focos de interés. Recurro al ejemplo personal de nuevo. No, no me voy a volver un hardcoreta a mis años, pero mientras leía La Distorsión he acabado adentrándome en The Nation of Ulysses y The Make-Up, devorando el singular Estrategias sobrenaturales que Blackie Books publicó esta primavera y que ya reseñamos en Indienauta. Además, y es algo habitual en Gendre, el autor define post-hardcore de una forma generosa, amplia y maleable —la música no es un compartimento estanco, los estilos son siempre permeables y promiscuos— y entre los más de mil discos aquí comentados cabe todo. La idea es clara, situar el hardcore en sus diversas cunas, varias escenas norteamericanas que van de Washington D.C. a Chicago, pasando por Louisville y Nueva York a las que añade, en unas páginas que exudan aún más cariño, Sant Feliu de Guixols.
Y acabo con el tercer punto, la reivindicación. Y lo hago a raíz de una crítica a esta obra aparecida en un medio digital y, en mi opinión, tremendamente desafortunada, en donde, además de mezclar algún que otro comentario fuera de lugar —¿qué tiene que ver tu lugar de nacimiento con tus conocimientos sobre la materia?— se cae en el triste error de despotricar desde la cómoda atalaya de una pantalla y teclado de ordenador, totalmente ajeno a la realidad de la gestación e intención del libro. ¿Es La Distorsión Inteligente un libro perfecto? No, por supuesto que no. Es imposible que una selección de bandas contente a todo tipo de lector. A unos, entre los que me incluyo, nos parecerá exhaustiva, mientras que quizás a los más versados les falten nombres. La limitación de espacio y sobre todo, de tiempo —repito, el libro es una apuesta personal del autor— juega en su contra. Pero donde otros podrían ofrecer un diseño más atractivo o trufar esta lista con anécdotas miles sobre el devenir de las bandas, Gendre va directo a la yugular: música y solo música. Sugerir, destacar, proponer. Intentar contagiar al lector el entusiasmo por bandas que no son un mero pasatiempo. Y vuelta a empezar. El resto queda en nuestras manos. ¿No se trata exactamente de eso?
Y como en este caso, un playlist vale más que mil palabras, Marcos Gendre nos propone un top ten de joyitas imprescindibles para iniciarse en el post-hardcore.
Entradas recientes
- Mitski, ‘The Land Is Inhospitable and So Are We’ (Dead Oceans, 2023) 2023-09-20
- The Vaccines anuncian su sexto trabajo 2023-09-20
- bar italia anuncian su segundo álbum del 2023 2023-09-19
- Pálida Tez estrenan «Medio vivo, medio muerto» 2023-09-19
- OMD sorprenden con «Slow Train» 2023-09-18