Tras varios meses en Praga ya tocaba darle la oportunidad a uno de los clubes más míticos de la ciudad del Moldava. Roxy, un bello y reformado teatro en pleno centro de la urbe es el lugar de peregrinación de checos y turistas ávidos de música electrónica o de los más variados conciertos. Por lo tanto, no sorprende que varias semanas antes del evento se cuelgue el cartel de sold out, incluso con dj´s que en otras capitales europeas no provocan tanta movilización. Por poner un ejemplo, con Solomun estuvo todo vendido casi tres meses antes de su venida.
En esta ocasión nos visitaba la formación germana Kollektiv Turmstrasse, quienes en último momento avisaron que por motivos personales uno de sus miembros no podría acudir a la esperada cita, así que solo Nico se puso frente a los Pioneer. He de decir que no soy muy fan de esta especie de technohouse por momentos facilón que enamora al personal, pero su set fue más que convincente e incluso elegante. Una mezcla de buen gusto a la hora de seleccionar y perfecto entendimiento con un aforo absolutamente entregado. El resto de la noche estuvo a cargo de dj´s locales que siguieron con una línea parecida al cabeza de cartel,y con quienes la gente estaba encantada en ambas salas.
De momento, en esta ciudad lo que más me gusta es su escena underground, aquellos eventos de los que solo te enteras cuando llevas unos meses viviendo aquí. Pero Roxy de vez en cuando será más que bienvenido.
Fotos: Anton Ben