Cuando una artista de la talla de Julieta Venegas deja de visitar Barcelona por seis años, no es extraño ver que la Sala Apolo haya colgado el cartel de “entradas agotadas” el pasado miércoles 30 de marzo. 

Tampoco ha sido raro formar parte de un público tan variopinto en edades, en definitiva es lo que ha cosechado la tijuanense en sus 30 años de carrera. A la cita, organizada por el Festival Mil•lenni, asistimos los fans nostálgicos que conocimos a Julieta en los años 90. También los que se subieron al carro a principios del 2000 cuando la cantante compuso éxitos como «Limón y sal», «Me voy» o «Eres para mí». Por último, estaban los más jóvenes que probablemente la han conocido gracias a sus colaboraciones más recientes con artistas como Bad Bunny o Sen Senra.

Pocos minutos después de las 21h. hace presencia en el escenario esa adorable sonrisa tímida que caracteriza a la mexicana y se sienta cómodamente frente al piano. Tras un saludo emotivo y hacer con sus manos el símbolo de un corazón, abre con “Ilusión” seguida de “Despedida”.

En esta gira que la ha llevado por varias ciudades españolas, la acompañan Belén López en el bajo y Panky Malissia en la batería. Este formato de trío dejan desnudos esos últimos lanzamientos que vienen vitaminados con una producción más moderna. Un desnudo que permite apreciar la esencia de las composiciones y que las hacen más íntimas y cálidas. 

Del piano pasa al centro del escenario y se hace con su distintivo acordeón para interpretar “Ese camino” y “Original”. En un abrir y cerrar de ojos, ha dejado el acordeón y tiene una guitarra acústica encima para acompañar los temas “Debajo de mi lengua”, “Algo está cambiando” y “Canciones de amor”

La multiinstrumentista regresa al piano para interpretar “Amores platónicos”. Seguidamente hace referencia a la micropoetisa Ajo que la inspiró para escribir “Dos soledades”. Tras una reflexión post-pandémica donde plantea que deberíamos ser menos “maquinitas inconscientes” y aprender a vivir con más calma nos deleita con “Lento”. A continuación un par donde el público se dejó la voz, “Eres para mí” y la recién publicada “Mismo amor”.

La ganadora de varios Grammy Latinos con más de 30 millones de discos vendidos en todo el mundo, regresa al centro del escenario con una humildad ejemplar. Esta vez apoyada en un banco alto y abrazando un ukelele azul que contrastaba con su delicado vestido verde esmeralda. Sonaron “Despechada”, la cual describió como una canción para la mujer del siglo XXI. Seguida de “Canta, canta, canta” un clásico de la música regional mexicana escrita por José Alfredo Jiménez.

Para ir cerrando la noche, un trío de hits que la multitud cantó enérgicamente: “Me voy”, Andar conmigo” y “El presente”. Mientras agradeció poder estar nuevamente en Barcelona y el vigor de los asistentes, recibió una gorra con un bordado que decía “México” que intentó usar y luego colocó en el paral de su micrófono.

Al ruego incesante de un bis, Julieta y sus dos acompañantes de banda regresaron para interpretar un nuevo tema llamado “La nostalgia”. El trío se despide con una de las más esperadas, “Limón y sal”

Ojalá que no tengan que pasar otros seis años para volver a disfrutar en nuestros escenarios de la magia, naturalidad y calidez de la mexicana.

FOTOS: Verónica Estrada