Aún así, el doble cartel no consiguió llenar el recinto del Sant Jordi Club, con capacidad para 3 mil espectadores. Quizás alguien se deba plantear si en este momento de crisis la ciudad está preparada para albergar tantos conciertos en el mismo fin de semana.
Irónicamente, Surfer Blood, los chicos que han protagonizado uno de los debuts más frescos del 2009, salieron a escena acompañados por la notas de la banda sonora de Parque Jurásico.
En su segunda visita a la ciudad, el quinteto de Florida repasó nuevamente las canciones de su aclamado Astro Coast, más un prometedor tema nuevo. Temazos como Floating Vibes, Fast Jabroni, Twin Peaks, la maravillosa Catholic Girls y el single de debut Swim (to Reach the End), la personalidad del vocalista John Paul Pitts y la vitalidad del teclista y percusionista Marcos Marchesani, fueron poco a poco conquistando al publico reunido en el recinto de Montjuïch.
Interpol ha querido con su cuarto disco volver a los sonidos más oscuros de sus orígenes, aunque seguramente les ha faltado la inspiración de sus comienzos. Para reforzar esa idea, en la presentación de su último álbum, Interpol recupera alguno de los temas más oscuros e hipnóticos de su primer trabajo como NYC o un Untitled que nos recordó por momentos la atmosfera de sus primeras actuaciones. El enlace sin pausa de esta última con Barricade, el tema más accesible de su último álbum, reflejó esa idea de unión entre el primer y el último trabajo de los neoyorquinos.
Pero Interpol se encuentra en un momento de su carrera, en la que no pueden obviar que ha forjado gran parte de su público a través de sus trabajos más digeribles Our Love to admire y sobretodo Antics. Para contentar a este público, sólo de este último echaron mano a 7 temas, por 5 del álbum que presentaban. Hits como Length of love, CMere, Slow Hands, Not Even Jail o Evil fueron intercalados con la oscuridad de los temas de su último trabajo.
Aún así, hubo quien echó de menos éxitos como No I in Threesome
