8.0
Score

Final Verdict

Clayton, que proviene de una familia de músicos, convierte su sexto álbum como líder, el segundo para Blue Note, en un ejercicio de introspección en diez capítulos.

El joven pianista californiano que no llega a los 40 años se encuadra en la ola conocida de manera elástica como nu jazz, en la que intervienen jóvenes valores en progresión, como Gerald Clayton; al igual que músicos consagrados como Joshua Redman o Christian McBride; es decir, quienes apuestan por alterar la geografía sonora del jazz sin preocuparse en demasía por el resultado, sino por la investigación que supone en sí mismo el viaje en compañía de otras mixturas, formatos y conceptos musicales. Así como reunirse con músicos de otras procedencias y disciplinas distintas al jazz.

Clayton, que proviene de una familia de músicos, convierte su sexto álbum como líder, el segundo para Blue Note, en un ejercicio de introspección en diez capítulos. Dejarse llevar por la belleza de “Peace Invocation”, junto al octogenario, saxofonista y mentor, Charles Lloyd; no quita que se valoren, también, otros aspectos que cultiva el compositor norteamericano, como son la espiritualidad en lo lírico y la pianística en lo instrumental, ejes de su don compositivo, bien presentes en este trabajo. La espina dorsal del disco está posicionada por un halo de inmaterialidad, presentada en formatos de dúo y trío. Clayton practica la contemporaneidad, cercana a la música de cámara. Una muestra se haya en la última pieza, “There Is Music Where You’re Going My Friends”, composición de su tío, el contrabajista Jeff Clayton, que participa en la grabación.    

Un elemento revelador es el conocimiento que Clayton posee del compositor Frederic Mompou (1893-1987). El autor de “Música callada”, de educación tanto autodicta –pasaba horas escuchando los sonidos de las campanas que fabricaba su padre–, como reglada, pues la familia lo envió a estudiar piano a París. Su educación se diversifica apreciándose influencias de Erik Satie (1866-1925) y Claude Debussy (1862-1918). El álbum rebosa una alquímia que parece transmitida por el autor catalán a Clayton en “Elegia” y “Damunt de tu, només les flors”, –letra del editor y poeta Josep Janés (1919-1953)–, en la voz de un talento emergente del Berklee College of Music, de Boston, como es la cantante portuguesa MARO. Su voz tranquila aparece de nuevo en la reposada “Just a Dream”.   

Clayton se desenvuelve con soltura en el jazz modal como en la música contemporánea. Mompou sontiene el concepto del disco, la espiritualidad, en que los Clayton, padre e hijo, remomoran la sonoridad de las campanas, ya presentes en la carátula del álbum, que también apela a las formas en movimiento de la arena, tal vez dunas, traducidas musicalmente en la pieza que abre el álbum, en formato de trío, en que participa Justin Brown, a la batería, en “Water’s Edge”. Luego, Clayton abandona el piano, vuelve con Brown, para interpretar vibráfono y al piano eléctrico,  para tomar distancia, quizás, de Mompou, “That Roy”, dedicada al celebrado trompetista Ray Hargrove (1969-2018); el batería vuelve a lucirse en “Rip”. Las interpretación a piano solo de Clayton en “My Ideal 1” y, en particular, “My Ideal 2” suponen lánguidas pausas que conducen de manera fluida hacia un final admirable, en medio de la paz que transmite el álbum.