8.1
Score

Una vez más, tenemos que mirar a la otra punta del mundo para encontrarnos con una buena banda de rock. Es el caso de Floodlights, un grupo de Melbourne que este año ha editado el que es su álbum de debut. Un disco en el que encontramos muchas de las referencias clásicas de los grupos de las antípodas -ya sabéis, The CleanThe Bats, el kiwi-rock…-, pero en el que también se salen un poco de todo eso, y se van hacia otros caminos. Y ahí es donde ganan puntos respecto a otros compañeros de escena. 

Una de las cosas que hacen especial este ‘From a View’, son sus letras. Estamos ante una banda bastante política, que no tiene ningún problema en reflejar en sus canciones cosas como el pasado (y el presente) colonialista de su país (“Don’t Pick That Scratch”), o el ese turismo de masas y alcohólico que practican sus compatriotas en otros países (“Tropical Fun”). A esto hay que unirle un toque de intensidad en la voz de su cantante, y una obsesión por la armónica que, la verdad, le da rollo a sus canciones. Ahí están cortes como “Matter of Time”, “Walk Away” y “Shifting Shadows”, que son una maravilla. 

Otro de sus puntos fuertes son los temas más reposados y ese toque algo más oscuro que nos muestran de vez en cuando. Así, nos encontramos con “Glory of Control”, un tema sereno, y nada efusivo, que tiene su punto álgido en ese estribillo tan sumamente pop. Un poco más animados están en “It Was All Going Well”, aunque no mucho. Se podría decir que aquí se acercan un poco a los Pavement más tranquilos y melancólicos. Y la verdad es que lo hacen estupendamente. Eso sí, en “Happiness”, la canción que cierra el disco, se van hacia terrenos más cercanos al indie-rock árido, y nos dejan un tema lleno de intensidad que casi podría meterse dentro del mundo del slowcore.