El dream-pop no es un género muy practicado entre la independencia española. Por supuesto, hay excepciones, pero, por norma general, a nuestras bandas no les tira demasiado. Por eso mismo resulta sorprendente encontrarse con una banda que sigue los pasos de los mejores grupos del género y que, encima, lo hace realmente bien. Estamos hablando de Escuelas Pías, un dúo sevillano formado por Cristian (también en Blacanova) y Davis, que debuta con un álbum cargado de buenas melodías, melancolía, teclados, cajas de ritmos, y misteriosos paisajes ensoñadores.

Nuevas degeneraciones” es, ante todo, un trabajo precioso. Desde la primera escucha se nota el mimo que le han dado a las canciones, y resulta complicado no meterse en él a las primeras de cambio. Solo hay que escuchar ‘Maldad en la residencia’, el estupendo tema que abre el álbum, en el que fusionan de maravilla la melancolía de The Cure, las guitarras limpias a lo New Order, y un cierto toque casero y sucio que le da un punto diferente a la canción. Algo parecido a lo que ocurre con ‘Hikikomori’ y ‘Otoño de la revolución’, en las que también se dejan llevar por la densidad de los teclados para crear dos canciones relajadas y ensoñadoras. Incluso, cuando desnudan sus canciones, y no las llenan de capas, aciertan. Es el caso de ‘Todos los santos’, que con poco dice mucho, o de ‘Temporal’, que te gana a la primera, con ese ritmo cortante, y ese estribillo melancólico que entra con suavidad, pero que tiene mucha fuerza.

No todo es tranquilidad en “Nuevas degeneraciones”. También saben utilizar las cajas de ritmos para que muevas un poco los pies, y de vez en cuando hacen rugir las guitarras. Como muestra tenemos ‘Devil D’, que con ese ritmo medio bailable, y con ese estribillo, en el que van al grano, se convierte en uno de los hits del disco. Pero no es el único. Tanto su acercamiento al synth-pop oscuro en ‘Zoo’, como el pop ruidoso de ‘La ciencia del iluso’, están entre lo mejor del álbum. Además, en ellas demuestran que saben lo que es hacer un hit instantáneo. Sobre todo en la segunda, que bien podría haber sido uno de los temas del pasado verano.

Sin duda alguna, “Nuevas degeneraciones” es uno de los debuts nacionales más interesantes del año, y la prueba de que, con muchas ganas, y pocos recursos, se pueden hacer cosas muy buenas.