Hace casi dos años que Escuelas Pías editaron “Nuevas Degeneraciones”, un excelente álbum de debut en el que exploraban todas las posibilidades de que les ofrecía el dream-pop más electrónico. Más tarde llegó “Pequeñas Desviaciones”, un Ep con cuatro temas que se habían quedado fuera de ese primer trabajo, y que sirvió para afianzar su recién comenzada carrera. Ahora vuelven con otro Ep, que precede al que será su segundo trabajo y el cual se espera que salga a la venta después de verano. Y ojo, porque, en algunas de sus canciones, encontramos cambios significativos.

Mapa espacial para personajes secundarios” se abre con uno de esos temas capaz de eclipsar al resto de las composiciones que lo acompañan. ‘La muerte dulce’ es una canción potente, algo oscura, en la que una línea de teclado se lleva buena parte del protagonismo. Todo un hit que saca de un porrazo a los sevillanos del mundo del dream-pop, para meterles en terrenos más sintéticos y contundentes. Es, sin duda, el tema principal del Ep, pero no es el único con el que sorprenden. El POP, así, con mayúsculas, aparece de nuevo en ‘Morir y brillar’, un corte en el que las cajas de ritmos, las guitarras sucias, y las buenas melodías, se fusionan a la perfección. Además, en ella, vuelven a recordar a esos grupos de Sarah Records que empezaron a experimentar con loa electrónica. Y, para ser sinceros, no tienen nada que envidiarles.

Los Escuelas Pías del primer álbum también tienen cabida en este trabajo. Algo que, por otro lado, resulta bastante normal, ya que tuvieron muy buenas críticas con su propuesta. Aquí repiten la jugada en ‘El pie izquierdo’, un tema delicado, en el que el pop ensoñador aparece de nuevo, pero lo hace a su manera, con un ritmo cortante y algo sucio, que hace que sus seis minutos se pasen volando. Aunque, para cerrar el Ep, vuelven a experimentar un poco, y nos dejan ‘El corredor’, un corte en el que se vuelven a poner oscuros y se acercan a sonidos más esquivos.

Lo nuevo de Escuelas Pías es otra muestra más de que la banda sevillana maneja de maravilla el pop electrónico y de que, además, sabe moverse por diferentes caminos sin perder el rumbo.