Cómo Vivir en el Campo publicaron en el fatídico 2020 el mejor disco de su carrera, consiguiendo además llegar a un mayor número de seguidores.

Su cuarto disco «Siempre te he amado, nunca he dejado de quererte, toda mi vida es para ti« fue precisamente el mejor disco nacional del año y con motivo del lanzamiento de su próximo EP digital «Please kill me» estrenamos el videoclip de «Por favor, mátame«.

No queríamos dejar pasar la oportunidad de entrevistar a Pedro Arranz (voz y guitarra) de la formación para hablar de estos últimos meses y lo que está por venir.

El año pasado publicabais el cuarto disco de la banda con el que rompéis con la tradición de llamarlos con números. ¿De dónde sale este título?

Es un título que tenía apuntado por ahí desde hace muchos años, antes incluso de sacar el primer disco. Siempre voy apuntando mierdas en una agendita de bolsillo, y, por alguna razón, un día apunté eso y me gustó. Me parecía un título bonito y que, como suelen hacer los buenos títulos, es capaz de contar una historia por sí solo, más allá del contenido al que representan. Siempre lo tuve ahí con la idea de que, si algún día llegábamos a sacar un 4º LP, se llamaría así.

Criticas excelentes, para nosotros disco del año, el disco se ha agotado … ¿Qué tal ha sido el feedback tras la publicación y teniendo en cuenta que no se ha podido ni presentar en directo?

La verdad es que la acogida ha sido estupenda a pesar de, como dices, no haber dado ningún concierto. Mucha gente nos ha escrito contándonos cómo el disco les había hecho mucha compañía durante estos meses, poniendo un poco de música a tanto día extraño. Es muy bonito ver que algo que has hecho con tanto esfuerzo y cariño te devuelve después un montón de buenas sensaciones a través del apoyo de la gente. Los medios también han hablado muy bien del disco, y para algunos, como vosotros, incluso ha sido disco del año, así que no podemos estar más contentos.

Estáis apunto de publicar un EP, algo que soléis hacer siempre con la publicación de cada disco. ¿Lo complementa? ¿Son descartes?

Siempre que grabamos un disco, durante el proceso grabamos también un montón de demos y variaciones de los temas, que a menudo son muy diferentes a las versiones finales que acaban apareciendo en el disco. En este caso, había por ahí unas demos previas de ‘Por favor, mátame’ bastante curiosas que pensamos que merecía la pena recuperar, y para no perder la costumbre de editar algún EP entre disco y disco, decidimos que eran una buena excusa. También hemos incluido una versión en acústico que grabamos con Begoña Casado, además de un par de canciones que se quedaron fuera en el último momento, y un homenaje a Peter Green, que murió hace unos meses (una versión de ‘Just for you’, de su etapa en solitario). Un montón de cosas, y de regalo, un rework espectacular a cargo del gran donMatías, leyenda del JazzClub de Madrid, y uno de mis djs favoritos.

¿Estáis pensando en un quinto LP?

La verdad es que, dependiendo del día, te podría decir una cosa u otra. Creo que el proyecto aún tiene cosas interesantes que decir, pero quién sabe.

Estrenamos hoy un vídeo de la canción “Por favor, mátame”, un tema que no fue elegido como singles avances pero que ha funcionado curiosamente muy bien luego entre el algoritmo de Spotify ¿se merecía un vídeo? Cuéntanos un poco la idea de cómo surgió. 

Bueno, cualquier canción con el ritmo del millón de dólares merece, qué menos, un vídeo. En cuanto a la idea del vídeo, en la letra de esa canción quien habla en primera persona es una mujer, así que me pareció oportuno que lo protagonizara también una mujer. Andrea se apuntó in extremis e hizo un papel sobresaliente. Es amiga del grupo desde hace años y nos hizo muchísima ilusión que participara.

Siempre se os tiende a comparar con Yo La Tengo. ¿Realmente es un grupo de cabecera?

Más que estilísticamente, Yo La Tengo son una influencia conceptualmente. Su discografía, igual que sus conciertos, son un ejemplo de amor y devoción por la música. El conglomerado de influencias que es su música y la ciencia y el arte con que manejan y mezclan todo eso. Y la idea de que con solo tres músicos sobre un escenario y un poco de imaginación, puedas hacer sonar casi cualquier cosa que te propongas, traduciendo y  sintetizando los arreglos como si estuvieras versioneándote a ti mismo. Me aburren un poco los grupos que intentan sonar exactamente igual en directo que en el disco, y no entiendo esa fijación por conseguirlo; son ámbitos distintos. Nuestros discos están llenos de arreglos irreproducibles en directo (a menos que tengas tres o cuatro músicos más), y afortunadamente el formato de trío te obliga a poner a trabajar el coco y cambiar montones de cosas. Ese es también uno de los procesos más divertidos, al final. Y así, de paso, puedes ofrecer en directo algo un poco diferente al disco.

Por eso, sí que es verdad que en concierto podemos tener ciertas semejanzas con YLT, pero en disco somos muy diferentes. 

Sin duda en este trabajo es donde más se puede notar un cambio o quizás la intención de sonar diferente a como lo habíais hecho hasta el momento. ¿Fue algo premeditado? ¿Influencias de lo que estabas escuchando en ese momento?

Un grupo puede sonar de tantas formas distintas… Estamos acostumbrados a enredar a menudo con versiones de cualquier cosa y estilo que se te pase por la cabeza, y al final funciona como una terapia, porque hace que te conozcas mejor como banda y descubras posibilidades y caminos que creías intransitables. Siempre tuve en la cabeza la idea de hacer canciones con más ritmo y baile pero al final nunca terminaba dar con nada que me convenciera… De pronto, con este disco fue saliendo de manera natural, casi sin darnos cuenta. A medida que iba tomando forma, la idea fue que las cosas tuvieran más punch y baile, pero sin perder la esencia 60s que subyace en el sonido del grupo, llevándola quizá un poco más hacia los 70. También había un deseo de prescindir de las distorsiones y los pedales en general. Es un error frecuente creer que una pedalera de colores y formas variadas te hará sonar con colores y formas variadas. Al final, una distorsión es una distorsión, y un delay es un delay, tengan un gnomo o un perro salchicha serigrafiados. Lo que si acaso te hará sonar diferente será lo que toques.

Hemos podido ver parte de tu colección de vinilos en el videoclip “El grande” y podemos encontrar grandes clásicos. ¿Buscas por las cubetas de las tiendas de discos y ferias o es una colección heredada? ¿De qué se forma principalmente esta colección?

Llevo muchos años coleccionando discos en ferias y tiendas, y cuando viajo por ahí. Segunda mano, la mayoría; no me fío mucho de esas reediciones que aparecen desde hace unos años como setas. Es un vicio complicado, porque cada vez que haces una mudanza tienes un problema… De todas formas, al final es gratificante, porque los discos, igual que los libros, te cuidan y hacen compañía, y cada uno tiene su propia historia. En mi casa puedes encontrar de todo, desde Leticia Sabater a Faust, aunque lo que más verías sería jazz, un montón de rock 50-60-70s y bastante heavy metal.

¿Qué escuchas actualmente? ¿Novedades o recuperas clásicos?  Actualmente escucho a diario 30 minutos de olas de mar con los cascos a todo volumen, que es una terapia que me ha recetado mi otorrino. Ya os contaré si funciona… Hablando más en serio (aunque lo de las olas de mar no es broma), cuando pinchaba habitualmente solía estar un poco más al día, pero ahora estoy muy desconectado de lo que se hace. Podría seguir poniéndome en casa los mismos discos de Traffic, Iron Butterfly, Sonny Rollins o John Coltrane toda la vida sin cansarme de ellos. Puestos a descubrir música, me maravilla encontrar en esas discografías inabarcables de gente que lleva décadas y décadas en activo de pronto un disco que no conocías. Compré hace poco una cosa que Keith Jarrett grabó a solas en su casa en 1999, pre-anciano, en plena depresión presa de un proceso de fatiga crónica que le dejó medio vegetal: ‘The melody at night with you’. El hombre apenas podía arrastrarse hasta el piano, pulsar REC y tocar. Preciosísimo.

Foto: Jaime Martínez