Duran Duran son conscientes de que en 2015 tienen dos opciones: adaptarse al pop actual, o tirar de nostalgia. Los de Simon Le Bon han apostado por la primera, pero metiendo pequeñas dosis de la segunda. No es ninguna sorpresa para sus seguidores, porque en sus últimos trabajos la banda ya seguía este camino. Con “Paper Gods” van un paso más allá, y nos dejan un disco en el que sólo vuelven al pasado en contadas ocasiones.

Rodearse de artistas y productores actuales es uno de los trucos que más utilizan este tipo de bandas míticas para ponerse al día. El disco está producido por ellos mismos, pero han contado con la ayuda del productor y cantante británico Mr. Hudson, con el omnipresente Mark Ronson, y con Josh Blair. Además, han sido muy listos, y han llamado a su amigo Nile Rodgers, que vive una segunda juventud, para que dé el toque nostálgico a tres canciones. Pero no contentos con todo lo anterior, también han decidido invitar a cantantes como KieszaJanelle Monáe o Jonas Bjerre, líder del grupo de rock danés Mew (y han sido tan majos que también le han dado una oportunidad a Lindsay Lohan, que hace un spoken word de lo más decente en ‘Danceophobia’).

En las entrevistas promocionales, Simon Le Bon ha dejado muy claro que están muy contentos con el álbum y que es el mejor que han sacado en muchos años (lo que dicen todos), pero también ha dejado ha reconocido que hay una canción que supera a todas. Se refiere a ‘Paper Gods’, el tema que abre y da título al disco. Y no le podemos quitar la razón, porque este corte debe de ser lo mejor que han sacado desde aquel ‘Ordinary World’ de 1993. Sus siete minutos de épica y coros –atención a los del final, que por un momento parece que se van a arrancar con el ‘California Dreaming’– se pasan volando, pero lo mejor está en el estribillo, donde Simon Le Bon emociona como hace años que no lo hacía. Además, repite la jugada y canta igual de bien en ‘You Kill Me With Silence’ y en ‘What Are The Chances?’, las mejores baladas del disco.

En este trabajo, Duran Duran se han ido claramente a la pista de baile. Sólo hay que escuchar ‘Last Night In The City’, donde la voz de la gritona Kiesza sobra claramente, para comprobarlo. No es un mal tema, pero quizá se les ha ido la mano tratando de hacer una canción que suene a Avicii. Están mucho más acertados cuando se van a la pista de baile con más clase. Es el caso de ‘Pressure Off’, todo un trallazo funk en el que Nile Rodgers pone su característica guitarra y Janelle Monáe ayuda con la voz. Y ‘Face For Today’ nos devuelve a los mejores Duran Duran, los de los ochenta. Incluso ‘Change The Skyline’, el tema en el que colabora Bjerre, tiene cierto punto, aunque es cierto que se han dejado llevar demasiado por el dance más actual.

Para los que prefieren su lado más pop y rock, también tienen un par de dosis. La primera es ‘Sunset Garage’, en la que se acercan al sonido Motown, y consiguen un gran tema de pop. La otra es ‘Butterfly Girl’, donde cuentan con la guitarra de John Frusciante (Red Hot Chili Peppers), y en la que fusionan el rock con el funk con bastante soltura. Tras ella vienen ‘Only In Dreams’ y ‘The Universe Alone’, los peores cortes del disco, que, la verdad, se los podían haber ahorrado.

Paper Gods” no es un álbum perfecto, pero sí un trabajo más que aceptable y, sin duda, lo mejor que han hecho desde mediados de los ochenta.