Hay mucho de Father John Misty en la historia de Diane Coffee. Igual que Josh Tillman decidió abandonar el puesto de batería de Fleet Foxes y casi adelantar por la derecha a sus mediáticos excompañeros con dos discos maravillosos (el último está en mi “top ten” del año, por si a alguien le interesa saberlo) que le reinventan como autor y frontman, Shaun Fleming ha hecho lo propio con este proyecto al margen de sus labores tras los tambores en Foxygen.

Conociendo a Foxygen, cabría esperar que la psicodelia y sonidos setenteros podrían formar parte de la ecuación, pero lo que pocos adivinarían es que Shaun -o Diane Coffee, como ha elegido que le llamemos- tendría un talento tan grande para crear melodías tan potentes y arreglos tan elaborados- es más, guárdenme el secreto, pero soy de los que piensan que …And Star Power (2014) es un desvarío desornado y bastante caprichoso, que muchos se dignaron a escuchar solo por el cariño que ya le teníamos a Foxygen, con lo que este Everybody´s a dog sitúa cómodamente a Diane Coffee muy por encima de su “banda madre” en el plano artístico e interpretativo.

Este es el segundo trabajo de Fleming bajo este paraguas, si bien el salto que ha dado en cuanto a producción y composición es bastante notable. Que nadie espere la reinvención de la rueda, pero sí una sólida colección de canciones que recrea mejor que nadie las claves que hicieron del Glam-rock un género gloriosamente divertido y desenfadado. Cualquiera con una base musical media podrá fácilmente identificar las referencias latentes en cada una de las canciones, ya sea el Bowie de la época Ziggy, T Rex, Elton John, Slade o, en un plano más popero, los Beach Boys de Smile (la sinfónica canción de apertura, Spring Breathes, cuyos coros también delatan que Fleming se tiene bien estudiados los discos de Jellyfish, otros añorados maestros del revival más creativo).