Libros Walden nos propone un singular y auténtico atracón de cine con Desde los márgenes: 300 películas que deberías ver y que nadie más te va a decir que deberías ver. Un amplísimo catálogo de obras fuera de los listados y circuitos mayoritarios a cargo de José Sanz, Manuel Moreno, Enrique Piñuel y David Bizarro. Un cuarteto de «sospechosos habituales» en esto de la escritura cinéfila, decididos a invitarnos a descubrir —es decir, a ver— entre un enorme abanico de películas… a contracorriente. 

En realidad, este Desde los márgenes vendría a ser algo así como una edición compilatoria completa —que no definitiva, ya que afortunadamente, si Marvel y Disney lo permiten, seguirán haciéndose películas—. Reúne dos libros ya descatalogados, Desde los márgenes y La peli era mejor. Desde los márgenes II, a los que añade 25 filmes adicionales. Además, la obra, ordenada alfabéticamente, pese a tener una puesta en escena bastante sobria, cuenta con nuevo diseño, destacando un tamaño más legible —sólo se echaría en falta un índice general al final— junto a un nuevo prólogo, firmado por Enrique Piñuel.

Más allá de su premisa casi subversiva, ofreciendo al lector un ingente listado alejado de los cánones, Desde los márgenes es un libro realmente sugerente. Ello es debido, sobre todo, a su manera de explicarnos los porqués de cada título incluido. Y es que los cuatro autores, cada uno en su tono, reparten juego, hacen gala de un loable sentido del humor, sueltan puyas que harían enorgullecerse a Carlos Boyero —aunque el ínclito crítico recibe las andanadas más bestias del volumen—, o buscan ángulos inusuales con los que enfocar cada reseña… En fin, concentran todo tipo de esfuerzos y recursos para incitar el visionado posterior del lector.   

Y luego está la propia selección. Por un lado, Desde los márgenes explora filmografías «exóticas» —sin olvidarse de las más comunes, claro—, de procedencias tan remotas como puedan ser Guatemala, Armenia o Venezuela, entre otras. También hay que destacar la notabilísima representación de un cine patrio desconocido o, siendo más precisos, olvidado. O las apuestas aparentemente sorprendentes, que van de Pedro Ruiz —en serio— a la mismísima Amelie —bravo por ello—, pasando por verdaderos diletantes del séptimo arte o subgéneros tan underground —kitsch, trash, «destape», y «series» de la B a la Z— que hacen que Albert Serra parezca mainstream

Dejando a un lado que todo aquél que reivindique Network. Un mundo implacable de Sidney Lumet o Harold y Maude de Hal Ashby siempre estará en mi equipo, Desde los márgenes tiene argumentos de sobra para conectar con cualquier tipo de lector-espectador —exceptuando quizás los devotos de los multiversos y chascarrillos bobos de gente embutida en mallas—. Hay alternativas al streaming infinito. También a los clásicos consagrados en base a estatuillas, o a cierto tufillo elitista tipo Cahiers du cinéma… Nada menos que hasta 300 en estas páginas. Mucho que leer para, en esta feliz ocasión, ver a continuación.