“Es el mejor disco que hemos hecho en mucho tiempo”. Esta frase, tan habitual en la promoción de un disco, es uno de los tópicos más grandes del mundo de la música y, por norma general, suele ser mentira. De hecho, hay que desconfiar de las bandas que la emplean constantemente. Depeche Mode la han soltado en varias de sus últimas entrevistas, en las que también han dejado claro lo cómodos que han estado con el productor –James Ford, de Simian Mobile Disco-, la influencia del último trabajo de Bowie, y la inspiración que ha supuesto la situación política actual. Hasta aquí perfecto, lo malo es el resultado final, que no termina de cuajar.

Con “Spirit”, Depeche Mode han tratado de hacer un disco más personal, en el que no han querido preocuparse por los singles de éxito. No sabemos muy bien si esto es porque ya no son capaces de dar con este tipo de temas, o si realmente querían hacer un álbum así. El caso es que es un trabajo aburrido, en el que lo intentan, pero no lo logran. No es que a estas alturas les pidamos que hagan otro ‘Enjoy the Silence’, u otro ‘Never Let Me Down’, pero sí que sus nuevas composiciones tengan el alma que tenían cortes igual de personales, como ‘Clean’, ‘The Things You Said’ o ‘Shake the Disease’. Pero no, se han quedado realmente lejos.

Lo cierto, es que tampoco debería sorprender mucho, sobre todo después de escuchar ‘Where’s The Revolution’, ese primer single tan simplón, en el que dejan claro que es su álbum más político. Pero bueno, también es cierto que los primero singles de Depeche Mode nunca han sido la mejor canción del álbum. Aquí se cumple esa norma, pero por los pelos. Tanto ‘Going Backwards’, como ‘Cover Me’, resultan más interesantes, pero sí es cierto que no tienen mucha pegada para ser lanzadas como un primer adelanto. Algo que sí tiene, y de sobra, ‘So Much Love’, el tema más potente del disco, y el más directo que han hecho en los últimos años. Incluso ‘Scum’, podría ocupar ese lugar, aunque tampoco es que sea gran cosa.

Desde que en 1993, Depeche Mode se decantaron por las guitarras con aquel horroroso ‘I Feel You’, todo ha ido cuesta abajo. Dave Gahan ha dado un tono más rock y más blues a su voz –su alianza con Soulsavers también tiene algo que ver-, dejando a su vez, que las estructuras de las canciones sigan por ese camino –siempre desde la perspectiva de la electrónica, claro-. Algo de lo que abusan en este “Spirit”. No se entiende que se hayan rodeado de alguno de los mejores programadores para acabar haciendo un tema tan simple como ‘The Worst Crime’, o ‘Poison Heart’, la inevitable canción blues, de la que no nos libramos ni a la de tres. Eso sí, hay que ser justo, y decir que ‘Your Move’, ‘No More (This is the Last Time)’, y ‘Fail’, sí que cuentan con un gran sonido. Es más, estas dos últimas, que también cierran el álbum, sí que nos presentan a unos Depeche Mode mucho más interesantes. La lástima es que el resto del disco no vaya por ahí.