Un año más, SOS 4.8 se consolida como festival en una ciudad a priori un pelín hostil para los nuevos sonidos, y en la que ni el más visionario hubiera imaginado la posibilidad de crear un evento así y menos aún que durara 9 ediciones. Los miles de visitantes que Murcia recibe durante el primer fin de semana de mayo destacan su sol -superando los 30º c durante todo el festival- , oferta gastronómica, un festival de precio más que asequible si lo comparamos con los grandes eventos sonoros del país, y por último, el buen ambiente que se respira durante esas 48 horas, a base de conciertos por la ciudad que finalizan en el mítico recinto de asfalto y serotonina desbordada.
Viernes
El viernes comenzó con los canes murcianos más respetados de la región. Perro es una formación joven pero sobradamente preparada y sin complejos. Pop desenfadado, canalla, divertido, cada vez con más acólitos por todo el territorio nacional. Una hora escasa de concierto que dejó más que satisfecho al público. (M.A.)
Caía la noche y les tocaba turno a las Hinds. Hordas de seguidores, de amigos y de curiosos poblaban el escenario Radio 3. Algunos problemas técnicos después pudimos empezar a distinguir voces, instrumentos, ritmos y tempos… Fue una alegría de las buenas que Castigadas en el granero pudiera sonar en todo su esplendor, como el temazo que es. Estas chicas tienen grandes canciones, y seguro que tendremos oportunidad de verlas en noches mejores, porque tenerlo, lo tienen. (H.O.)
Uno de los nombres propios de la electrónica nacional es sin duda Sau Poler. El de Badalona factura delicados beats, música nada evidente y bella que hipnotiza desde el primer golpe. Y en Murcia nos lo hizo pasar genial con un discurso a bajas revoluciones pero totalmente bailable. Un absoluto clinic de buen gusto. (M.A.)
Morrissey tenía gente esperando en primera fila desde horas antes. Como siempre. Corre el rumor de que no se sirvió nada de carne en todo el festival durante su actuación. Parafernalias de megaestrella aparte, el inglés apareció con su banda mexicana y con un continuo set audiovisual que incluyó desde imágenes de una matanza hasta corridas de toros e imaginería antitaurina. En general estuvo bastante monótono y, por qué no decirlo, soso. De lo mejor, First of the gang to die interpretada en compañía de una instrumentación con cierto aire latino. Everyday is like Sunday creo que oyeron corearla desde las provincias colindantes (H.O.)
Metronomy trajeron la elegancia y la creatividad al escenario Estrella Levante. Un set que nos transportaba al cielo y unos músicos perfectamente uniformados (chinos beige y camisa azul marino) que con sus rítmicos movimientos hipnotizaron al público. Desarrollaron un ejercicio de pulcritud musical de sonidos nítidos y definidos, tamizados por esa delicadeza contundente suya, y con cada uno de sus balazos encandilaron a sus adeptos y captaron a algunos más (aquí una). (H.O.)
Jupiter Lion son 3 valencianos que vienen del rock y la electrónica , a los que rápidamente se nota su respeto por la música experimental germana. A través de sintetizadores, krautrock, y una seria puesta en escena sedujeron hasta el último de los asistentes a tal especial concierto. A mi alrededor, algunos se preguntaban quiénes eran los que sonaban. Tras la que liaron, ya no lo olvidarán jamás. (M.A.)
El apartado electrónico de la velada acabó para nosotros con Edu Imbernón y Coyu. Representan ambos el buen hacer del tech house nacional y la gente lo agradeció con absoluta entrega y bailes. (M.A.)
Sábado
Uno de los conciertos del festival fue sin duda el de Temples. Con el ocaso irrumpieron en el escenario Estrella de Levante unos británicos de psicodélico y luminoso discurso pop y el baile no cesó ni un segundo. Suponen una vuelta de tuerca al sonido de finales de los 60 pero desde un prisma mucho más positivo. Su celebrado «Sun Structures» mejora aun en directo y nos faltó otra hora de concierto para poder disfrutarlos sin las innegociables prisas que todo festival impone. Cojonudos. (M.A.)
Murciano Total jugaban en casa, pero es que ellos son una de esas bandas que las sientes como de casa de siempre. Actitud desenfadada, voces que te cubren como una manta, pop electrónico con argamasa de guitarras. Era prontito por la tarde pero dio igual, había mucho público con ganas de verles. Memorables por la intensidad que cobraron ‘El internacional y la mala racha’ y ‘El espejo’, para la que salió a la palestra Alejandro Martínez, de Klaus&Kinski (aprovecho el momento para pedir a esos otros murcianos que vuelvan por favor). Una banda que nunca defrauda. (H.O.)
El último vecino llegó también de buena tarde, con un calor terrorífico, y con más y más gente llegando al escenario Radio 3 para no perdérselos. Son de sobra conocidos los temazos de 10 de puntuación que tienen Gerard y compañía. Aparecieron perfectamente atrezzados de otra época y con todos sus trallazos uno tras otro. No tocaron la versión que han hecho para la vuelta del Tentaciones pero no se quedó nadie sin bailar ni sudar como un pollo con su set, incluidos ellos. ¿Destacar alguna canción? Todas sonaron fantásticas, pero «Tu casa nueva» fue el último gran momento álgido del concierto. Fantásticos como siempre. (H.O.).
Estar en el concierto de Los Punsetes me recordó a antiguamente ir a uno de Los Planetas: gente y gente y gente yendo a verles como una religión, como impepinables del festival. Caía la tarde noche y sonaban como apisonadoras. Tema tras tema no sé si se oída más el karaoke del público que a los propios músicos. «Alférez Profesional«, «Tus amigos» o la más reciente «Me gusta que me pegues» pusieron al SOS entero en ebullición. Contundencia. Buen hacer. Un bandón que nunca falla (y van 3 en los comienzos de la tarde de sábado del SOS…). (H.O.)
Y con Glass Animals , más de lo mismo. Los de Oxford tienen increíble personalidad sobre el escenario y facturan una especie de trip hop de finales de milenio pero revisado y con numerosos quilates. Solo hizo falta escuchar «Black Mambo» en directo para comprender el nivel de esta formación, cuyo cantante por momentos recuerda a Thom Yorke por sus convulsivos movimientos. El límite de estos animales no se divisa en el horizonte. (M.A.)
Empecé a ver la actuación de Lori Meyers con las dudas que tiene un defensa antes de tirar un penalti. Para nada son mi estilo favorito, pero he de reconocer que en el rato que estuve su directo fue intachable, combinando sus archiconocidos éxitos con sus primeras creaciones sonoras. Y la respuesta del público, qué decir, simplemente uno de los conciertos con el aforo más entregado y bailongo que recuerdo. Ante lo visto y escuchado solo puedo respetarlos y eliminar los prejuicios para la siguiente ocasión. A mitad de show decidimos cambiar a I´m From Barcelona. Son suecos, sus integrantes llenan un autobús, y tienen un vitalismo que contagió hasta el último de los presentes. Presentaron su último largo, «Growing up is for trees«, un compendio de pop y folk que eleva a cualquiera a dimensiones en las que apetece quedarse a vivir. Confetti y felicidad en el escenario Radio 3. (M.A.)
Tuve la oportunidad de escuchar a FM Belfast en el pasado Sónar, y repitieron o incluso mejoraron aquella locura colectiva. Son pura felicidad. Pop de tinte electrónico y sobre el escenario una caterva de gente alegre que hace que baile hasta el del sonido. Terminaron con versiones de los Beastie Boys y Rage Against the Machine para delirio de los que allí estábamos. Perfecto colofón a un sábado de eterna sonrisa. (M.A.)
Nos hubiera encantado poder ver más cosas: asistir a las conferencias, concierto aperitivo de Los Fresones Rebeldes en el centro de Murcia, ver a los siempre inconmensurables Elyella djs, o por curiosidad a Gaizka Mendieta pinchando temazos realmente increíbles… El SOS es una incombustible caja de sorpresas, un enorme puzzle de 48 horas en el que cada uno elige su propia aventura… Montones de opciones como la destacable exposición anual, este año titulada «The dark side of the party». O si se te queda corto incluso el OFF SOS hasta bien entrada la hora del aperitivo cada uno de los días… y vuelta a empezar. Y lo demás, descansar hasta el año siguiente. Madres de España, no contéis con vuestros hijos el próximo Día de la Madre tampoco, que queda SOS para rato.
Autores: Miguel Andreu y Henar Ortega
Foto: Mario Franco /Undercreatives Productions/SOS 4.8
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