Ya está aquí la primera entrega de la crónica de nuestro anhelado reencuentro con el Primavera Sound 2022, en su edición más extensa —¿extenuante?— , multitudinaria —¿demasiado?—, ajetreada, polémica y, eso sí, rebosante de música de su historia. A continuación, te resumimos casi todos los conciertos en los que estuvimos presentes en este Weekend I. Esperamos que sea de tu agrado y, en breve, la segunda parte, así que… ¡atentos a vuestras pantallas!
JUEVES 2 DE JUNIO
Faye Webster
Arrancamos los «días grandes» del Primavera Sound Weekend I con un sol de justicia, mucha gente para una hora tan temprana —presagio de lo que se avecinaba…— y la esponjosa y ensoñadora propuesta de la jovencísima artista de Atlanta. Pese a andar algo a la greña con los técnicos de sonido durante todo el set —varios trompicones y un pseudo parón—, sus canciones no se resintieron en demasía, convenciendo al entregado respetable con su amalgama de steel guitar, alma R&B y cálida voz, invitando tanto a la calmada contemplación como al vaporoso enamoramiento. Raül Jiménez
Richard Dawson and the Circle
La tarde del jueves, primer día Primavera Sound 2022, tras tres años de espera, tuvo entre los primeros conciertos a una extraña pareja formada por Richard Dawson & the Circle, un psicodélico británico, amante al menos hasta la fecha del folk, y, una banda de metal escandinava, con cierto renombre por aquellos lares, que se presentaron con solo un trabajo publicado, Henki, compuesto por 7 canciones, todas con nombres de plantas y con una duración superior a los 6 minutos. Sonaron totalmente fidedignos a la grabación, con su parecido, medianamente razonable, al rock sinfónico, nos ofrecieron 6 temas en los 45 minutos preestablecidos, los 5 primeras pertenecientes al indicado trabajo, destacando la trepidante «Methuselah» con gorgoritos varios incluidos y quizá también el corte más prolongado y atractivo «Silphium», con una duración de más de doce minutos. Con buen sonido en el escenario Plenitude, razonable entrada, a pesar de competir con Les Savy Fav , y con la ventaja de la caída de última hora del cartel de Girl in Red, el concierto finalizó con la acústica «Terminal», perteneciente al trabajo homónimo y anterior de Circle, que nos permitió comprobar hasta donde han cambiado ambas partes su estilo para éste trabajo conjunto. Óscar López
Dinosaur Jr.
El primer gran apretón del Festival —no fuimos pocos quienes descubrimos la selvática flora del escenario Cupra para coger sitio—. Pero J Mascis y compañía lo merecen y, a cambio, nunca suelen decepcionar. Aunque, quizás por la relativa lejanía —añádase frustración por las estrecheces—, a servidor le resultó una actuación menos vibrante de lo habitual. No tanto en las guitarras llenas de garra, o respecto al notablemente variado setlist, pero ¿a las voces les faltó fuerza? Se les quiere y perdona todo —estoy seguro que tuvo más que ver con las extrañas y hipercapitalistas circunstancias de este PS—. Pero no será el concierto de Dinosaur Jr. a atesorar. Raül Jiménez
Sharon Van Etten
Visita al escenario de más que dudosa reubicación y patrocinio de la nueva secta mundial para encontrarse con la nueva Sharon Van Etten. Porque, es solo cuestión de gustos, este otrora fan irredento no acaba de cogerle la onda a sus últimos discos, pero la puesta en escena, impecable, de la Belleville no para de crecer. Simpática —esa encantadora cháchara en castellano— y apasionada, Sharon se decantó por un set centrado casi en exclusiva en el flamante We’ve Been Going About This All Wrong (2022) y Remind Me Tomorrow (2019). Una selección quizás demasiado decantada a las torch-songs sintetizadas y taciturnas. Eso sí, «Seventeen» es ya un himno incontestable. Raül Jiménez

Charli XCX
Uno de los platos fuertes para servidora, era la presentación de CRASH en el festival, Charli XCX afrontaba la primera cita dentro del inabarcable e inacabable Primavera Sound como mejor supo. Es decir, mucha energía sobre el escenario, bailes hasta la extenuación, bien de sonido enlatado y voces en segundo plano. Lo completó con dos columnas y dos bailarines salidos de Mulan. Arrancó con (la odiosa) «Lightning» (esas guitarritas tipo «Isla Bonita» me ponen de los nervios). Potentes «Baby”, «Yuck» o «Beg for You» junto a Rina Sawwayama. No podía faltar «Boys» y para cerrar por todo lo alto el mega hit que es «Good Ones». Bien, pero no increíble como se dice por ahí. Rafa Piera

Yo La Tengo
Con sólo una hora de concierto, la única duda previa, era de entre los estupendos 5 o 6 conciertos diferentes que pueden ofrecer, cual nos esperaba. Y la versión de éste primer jueves del PS fue la versión de no hacer prisioneros. E iniciando con «Ohm» y «Ashes» ya estaba casi todo ganado. No faltaron «Tom Courtenay», ni «Autumn Sweater», «Mr Tough», «Today is the day», ni «Shaker» o «Double day» que están en todas las listas de imprescindibles del grupo.
Incluyeron «Ashes» y «For You Too», de digamos, su último trabajo no experimental, el del 2018, «There´s Ashes a Riot Going On». El tramo final con la interminable «Pass the hatchet, I think i’m Goodkin», nos permitió recordar durante más de 10 minutos la distorsión por si alguien lo había olvidado y el perfecto estado físico, como contorsionista, de Ira Kaplan. Por fin se relajaron, para dejarnos marchar, con la estupenda «Own way to fall». Fueron estos once temas, en un concierto en el escenario Cupra, a rebosar de gente, incluso sentados en esa parte que la carpa con la mesa de sonido impide ver el escenario, a pesar de competir con Charly XCX y con el principio de Tame Impala. El sonido estuvo bien, pero los hemos oído mejores que se suele decir, y, evidentemente, todos y cada uno de los que fueron al concierto se quedaron con el sentimiento, “pero como puede ser que no hayan tocado,…”. Óscar López
Pavement
Sin duda uno de los platos fuertes de este Primavera Sound, muy esperado para los habituales del festival, todos ellos ya con una cierta edad, era Pavement. Por tanto, que había muchas ganas, quedó claro desde el principio del concierto, cuando iniciaron con «Frontwards» (ampliamente coreada), «Silence Kid» y «Gold Soundz». Sonaron bien, durante la 1h 40m que duró el concierto, nos ofrecieron 27 canciones, es decir, que casi ningún asistente pudo esgrimir, como queja, la falta de alguno de los considerados himnos generacionales «Cut Your Hair», «Shady Lane», «Harness Your Hopes», «Spit on a Stranger», «Range Life», … formaron parte del concierto, e incluso recuperaron temas como «Stereo» o «Zurich is Stained», que no tocaban, en directo, desde el año 2010. Dejar la debida constancia que a pesar de la multitud que se congregó ante el escenario Pull & Bear (uno de los dos grandes), no se vivieron los agobios de público que padeceríamos días después en ese mismo escenario, destacando que no defraudaron en absoluto, más bien al contrario, debiendo ser calificado el concierto como entre los más gratos y que mejor recuerdo dejará del PS de éste año. Óscar López
VIERNES 3 DE JUNIO
Low
La segunda jornada no podía comenzar de mejor manera que en el infalible Auditori Rockdelux con el indestructible dúo —trío en directo— formado por Alan Sparhawk y Mimi Parker. Entregados a presentar su último disco, Hey what —con el broche final de las tremendas «No comprende» y «Sunflower»—, tocado integramente y siguiendo su prescriptivo orden, los de Minnesota estuvieron increíbles. Electrizantes, ruidistas, delicados —el vello de punta cada vez que sus voces se encadenaban—, ensoñadores. El más grandilocuente de los minimalismos. Enormes. Raül Jiménez
Weyes Blood
De vuelta en el escenario de la polémica para trasladarnos a la California bañada por el sol de la era psicodélica con las celebradas canciones de Natalie Mering quien, además, demostró sentido del humor en sus dichararero comentarios entre temas —invitación al pogo incluida—. Sin tacha alguna a nivel vocal o respecto a la interpretación de su banda, su propuesta, lánguida y de evocadores aires retro —ojo a la versión de The Hollies— es sumamente agradable, fácil de digerir… En cambio, no tengo tan claro si resulta tan convincente en un escenario grande. Titanic Rising es carne de Auditori, hombre…Raül Jiménez
Wet Leg
Eran el hype de la temporada y como no del festival, el escenario Cupra estaba hasta los topes para la puesta de largo de su disco debut de título homónimo. El dúo formado por Rhian Teasdale y Hester Chambers se apoyan una sección rítmica de aupa, y eso hace que su destartalado rock pop empaque perfectamente en directo. La soltura y divertimento que se les ha visto en otros directos que rondan por YouTube no hizo acto de presencia, estaban impresionadas por la enorme acogida del público y eso les hizo no soltarse lo deseado. Celebradas «Wet Dream», «Angelica» o «Too late now». Terminaron como no podía ser de otra manera con «Chaise Longue» con una persona en silla de ruedas levantada por todo el público, maravilla. Rafa Piera
Fontaines DC
Primera visita a Mordor para toparse con la apisonadora irlandesa que son Fontaines D.C. en directo. Iracundos, acelerados, bullangueros, los dublineses plantearon el concierto como si fuera un combate a tumba abierta, con Grian Chatten invocando a Shane McGowan. A mi juicio, sus tres discos y, muy especialmente, Skinty Fia, tienen bastantes más matices —digamos que los Smiths no pisaron Barcelona—, oscuridad y enjundia que el post-punk tornado rock de masas desplegado en el césped del Primavera. No obstante, acertaron con el escenario y ambiente del momento, resultando incontestable como conectaron con el público, feliz de formar parte de la pendenciera jarana. Boys in the better land… Raül Jiménez

Beck
Un ilustre para continuar en Mordor. Con un repertorio tan ecléctico como acorde con su singular y dilatada carrera, Beck David Hansen ofreció una antología sónica a la altura de su figura. Con una notable escenografía visual y un artista entregado —bailongo, parlanchín siempre buscando la complicidad de los asistentes— el show tuvo momentos para todo. Desde la intimidad de «Lost cause» o «Everybody’s Got to Learn Sometime», el funky con barnices electrónicos de «Mixed Bizness», al rock bailable de «E-pro» o los esperados pepinazos —si lo piensas, son de lo más peculiares— de «Devil’s Haircut», «Loser y Where It’s At» para que el público corease o perdiese la cabeza. ¡Ah, qué jóvenes éramos…! Raül Jiménez
The National
Más madera desde el Estrella Damm, ahora con unos viejos amigos de quien escribe. Mil veces vistos —y las que quedan, espero—, todos los augurios eran inmejorables. Teórica buena ubicación. Magnífico setlist —«This is the Last Time», «Pink Rabbits», «Light Years», «About Today», «Day I Die»…—. Prometedoras nuevas canciones. Sin embargo, al sonido le faltó empuje durante toda la actuación, en especial a un muy comedido Matt Berninger —su versión más atónita y meditabunda— lo que probablemente motivó que una parte de la humanidad reunida decidiera preocuparse más por contarse sus vidas a grito pelado o profundizar en su cogorza —u otras sustancias—. Sin llegar a estropearlo, por debajo de anteriores ocasiones mucho más feices. Raül Jiménez
Jamie XX
No sé si se anunció como sesión y yo no lo vi, pero es cierto que esperaba algo más del paso de Jamie XX por el festival. Tampoco estuvo mal, pero enlazó en una sesión de lo más bailable temas como su último sencillo «Let’s do it again» o «Gosh». Con proyecciones en riguroso directo de bailarines que estaban en la zona VIP sudando de lo lindo e incordiando, por igual. Rafa Piera
SÁBADO 4 DE JUNIO
Porridge Radio
Otra jornada iniciada muy temprano, ya que el indie-rock Porridge Radio era cita obligada… Así que, comprobar que en el Plenitude solo tendríamos a Dana Margolin, voz y guitarra del grupo de Brighton cortesía del Jubileo y el maravilloso Brexit —muerte a la inteligencia—, fue un chasco importante. Dicho esto, Margolin salvó la papeleta con nota, poniendo toda la carne en el asador de principio a fin en esta versión descarnada de Porridge Radio, noqueando al público con sus brutales desgarros vocales y una honesta fiereza general al abordar cada uno de sus temas. Raül Jiménez
Mavis Staples
Y de la esplendorosa juventud a una veteranía aún arrolladora, sin duda uno de los momentos imborrables de este Primavera. Porque uno se temía que, como en anteriores ocasiones —lo siento en el alma Brian Wilson y Van Morrison—, el inapelable paso del tiempo haría del concierto de Mavis Staples un truco para seguir exprimiendo la ubre de la nostalgia —o postureo—. Tardó dos segundos la de Chicago en disipar cualquier interrogante. Voz. Magnetismo. Don de gentes. Gran banda de acompañamiento —mención especial a las coristas—. Canciones para encandilar al más escéptico del Auditori, incluida versión del «For What it’s Worth de Buffalo Springfield» y, claro, el «I’ll take you there» de sus Staple Singers como irresistible colofón. Y la sensación de estar frente a una institución de la música afroamericana, pura historia del soul, góspel y R&b, que todavía resiste a su leyenda. 82 años no son nada… Raül Jiménez

María José Llergo
Un disco realmente bonito Sanación el de María José Llergo pero que no llegó a despertar el interés en masa de los recién llegados al fórum. Vestida de rojo sangre con un portentoso vestido (que le jugo una mala pasada durante el directo, desabrochándose por detrás). Palmeras, guitarra y teclados sirvió para desgranar canciones como «Nana del Mediterráneo», «El Péndulo» o «¿De qué me sirve llorar?». También jugo en contra su sonido, la voz quedaba apagada en momentos íntimos lo que no atrapaba a los allí presente. No era su sitio. Rafa Piera
Jamila Woods
Seguimos en el Auditori en busca de más sonidos souleros, ahora en su versión más actual. Uno iba casi virgen a escuchar a Jamila Woods, y la artista —poeta, activista y cantante—, también de Chicago, fue una más que grata sorpresa. Pletórica y dúctil frente al micro, rodeada por una fantástica banda —inmensos teclista y bajista—, atractiva presencia sin necesitar efectismos, Y sugestiva con el repertorio, que va de lo expansivo a lo íntimo, con original versión de «Smells like teen spirit» de Nirvana y todo. A seguir… Raül Jiménez
Nick Cave & The Bad Seeds
Ya estaba previsto de antemano y se cumplió. Tanto los acérrimos seguidores de la “secta” dirigida magistralmente por Nick y asistido en la ceremonia por esos estupendos Bad Seeds comandados por Warren Ellis, como aquellos otros espectadores ocasionales que acudieron, presenciaron si duda alguna el mejor concierto del PS. Habrá “herejes” que digan lo contrario, pero no deben ser tenidos en cuenta.
Durante dos horas de concierto, de plena intensidad, nos ofrecieron 19 canciones. De inicio entre los 4 primeros temas, tres temas del álbum Abattoir Blues/ The Lyre of Orpheus: Get Ready For Love, There She Goes My Beautiful World y O Children ( de ahí el coro de tres voces que le acompañaban en esta ocasión), pero también estuvieron presentes clásicos habituales e ineludibles, como The Mercy Seat, The Ship Song, From Her To Eternity o Red Right Hand, otros clásicos no tan habituales como Tupelo o City of Refuges, y otros que ya deberían ser considerados clásicos como Jubilee Street.
Ineludiblemente, no podía ser de otra forma, hubo espacio para temas recientes como Waiting For You y Bright Horses pertenecientes al último trabajo de Nick Cave & the Bad Seeds, Ghosteen ( 2019) y White Elephant y Carnage del trabajo de idéntico título de Nick Cave en solitario con Warren Ellis del año 2021.
Se produjeron bises, si en el PS por extraño que parezca, en el cual nos dejaron otro clásico Into my Arms y la última canción nueva publicada Vortex que se incluyó en el reciente caras B publicado también en el año 2021.
En definitiva un concierto hasta la bandera, como no podía ser de otro modo, con un sonido y puerta en escena impecable, con un Nick Cave y una banda en un estado de forma espectacular, en el cual faltaron otros muchos clásicos, pero es evidente que no todos pueden tener cabida en un solo concierto; y, en el cual el artista dejó impronta de su forma de ser cuando nos explicó que esperaba que sus dos hijos fallecidos estuvieran presentes en el concierto, pero que estaba seguro que si era así, se habrían ido a ver otros de los conciertos, que por si es menester a esa hora, eran Bauhaus, Napalm Death y King Krule. Oscar López
Bauhaus
Ante lo padecido en Mordor en jornadas anteriores, nos decantamos por la opción menos popular pero igualmente motivadora: presenciar al mito del rock gótico —sea eso lo que sea— que es Bauhaus. Imponentes en su puesta escena de estática oscuridad comandada por un hierático Peter Murphy en excelente nivel vocal, el grupo de Northampton sonó implacable, rotundo, durante la hora de actuación. Mucha presencia del seminal In The Flat Field en el setlist, y generosa colección de instantes para el recuerdo, como una espídica «Double Dare», la icónica «Stigmata Martyr» o clásicos del post-punk más lúgubre como «Bela Lugosi’s Dead», «In Fear Of Fear» o «She’s In Parties», rematados por covers de Iggy Pop, T. Rex y David Bowie. Raül Jiménez
Idles
Escenario Cupra, lleno hasta la bandera, a pesar de compartir horario con Diiv y Gorillaz, tocaron 14 canciones, durante 1h y 10m, que iniciaron con uno de los clásicos, «Colossus». A pesar de tener trabajo reciente (Crawler 2021), en el concierto se remitieron más a los clásicos que a los nuevos temas (solo «Car Crash» y «Crawl» formaron parte del setlist).
El público disfruto a lo grande, tanto los activos delante del escenario, con parte de la banda diseminada entre ellos, y llevados en volandas, como los expectantes sentados en la grada del anfiteatro, observando un buen concierto. Esa diseminación grupal motivó que «Love Song» se convirtiera en un karaoke extenso donde entonaron casi a capela, clásicos, como «From Her To Eternity», «Nothing Compares, «Easy», «Wonderwall» e incluso «All I Want For Xmas», coreados, evidentemente, a pleno pulmón por el público asistente. Finalizaron los de Bristol, por todo lo alto con la inefable e ineludible «Danny Nedelko», y punto final con «Rottweiler», provocando que todos los presentes acabaran con evidentes ganas de seguir con la fiesta. Oscar López
DIIV
Cerrando primera semana de Primavera en el Plenitude con shoegaze guitarrero de estética slacker y sabor noventero —acorde con una parte notable del Festival—. No es la primera vez que, en el escenario, las voces, sobre todo la de Zachary Cole Smith, se ven algo empequeñecidas ante la barahunda sónica de sus guitarras. Pero creo que tiene sentido con su discurso en directo, hacer de sus atmósferas de espacios abiertos con tendencia a lo vertiginoso, unidas a tintineantes melodías inviten al público a no parar quieto. A fe que lo consiguieron… Raül Jiménez
Beach House
Una de las citas más especiales del festival era la presentación en directo del nuevo disco del dúo neoyorquino Beach House. Un escenario hasta arriba de gente, puesta en escena sobria (como viene siendo habitual) y con un sonido espectacular, arrancaron su directo con el tema que da título a su último trabajo Once Twice Melody. «Superstar» sonó tremenda. Recuperaron grandes temas «Myth», «PPP» o «Sparks» de sus anteriores trabajos. Y nos dejaron flotando al acabar el concierto. Rafa Piera
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