El pasado 30 de Julio se celebró otra edición del Nordestazo Rock en Malpica, un evento con un encanto especial, si bien estos 2 últimos años tuvo que sufrir un traslado a otra localización, algo más alejada de la vorágine del pueblo, sigue sumando adeptos año tras año. Bien temprano a eso de las 2 de arrancaba Serj, cuarteto coruñes que se hacia con los mandos de hacer desperezar a los más madrugadores. Fueron uno de los ganadores del concurso de bandas, y quedó bien claro porque se declinaron por ellos. Para seguir The Phantom Dragsters que venían directamente de las Playas Ourense con su  Killer-Surf para hacernos navegar entre las olas del sonido de sus frenéticas melodías. Les siguieron el dúo True Mountains, con guitarra acústica y contrabajo, no les hizo falta nada más para hacer bailar al público, que además era de todas las edades. El sol se resistió a salir, algo que incidió en la afluencia, sobre todo en el paseo de la playa donde estaba situado el escenario Bristol.

Un rato para hidratarnos y subir en los muchos autobuses que nos trasladarían al recinto situado en A Pedra Queimada, allí estaba apunto de arrancar el otro ganador de bandas emergentes, Blunk. En escasa media hora que dispusieron mostraron unas maneras más que de sobra positivas, a mitad de camino entre bandas que tienen como referencia a Editors o Interpol. Dejaron buenas sensaciones, aunque para sensaciones las que dejaron Agoraphobia, es simpático que escojan como nombre artístico la definición del temor a sitios abiertos o públicos, ya que seguramente alguna fobia tendrán, pero esa es a priori la que menos, pues desde que saltaron al escenario dieron un auténtico conciertazo. Su actuación fue una explosión de poderío, rock en su versión más cruda, sonidos desnudos. Me hicieron que recordara a mis queridas Runaways, aunque fuimos pocos los que tuvimos la suerte de presenciar su concierto, ya que era hora de cenar y la gente aún subía poco a poco). Lo de abrir festivales les está quedando pequeño, pues en breves pasarán a cerrarlos. Tras ellas salían Bastards, una banda formada en A Coruña, un grupo difícil de catalogar pues suena a hardcore, a folk (introducen un elementento tan tradicional como la gaita gallega), y a veces rock, a mi la verdad no es una música me entusiasme demasiado, aun así el concierto estuvo aceptable.

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El relevo lo cogía Marky Ramone, el que fuera batería de una de las bandas más icónicas de la historia,salió muy por debajo de lo esperado, quizás pudo ser que las expectativas que yo llevaba eran demasiado altas. Quizás el día anterior que había tocado en el Low Festival,y tener que madrugar para cruzar el país y tocar en el Nordestazo a sus años lo dejara agotado,o puede que no fuese ninguna de las 2 cosas, sea como fuere, me dio la sensación que tocó a medio gas, aun así sus canciones son eternas, directas y contundentes y con eso es con lo que me quedo. Otros que son historia de la música, ahora de la música rock en gallego, son Os Diplomáticos De Monte Alto, que hace décadas acuñaron lo que se denominó Rock Bravú. Un grupo con un vínculo muy fuerte con el pueblo, eso hizo que el concierto se volviese mitad nostálgico mitad emblemático, recordando a los fundadores del movimiento cultural en el pueblo, germen que acabó en lo que es hoy en día el festival. Algo así como os Heredeiros Da Crus que repetían presencia, santo y seña también del rock gallego de los últimos 20 años,volvieron a reunirse hace ya unos años, dando lugar a lo que sin duda pudo ser para muchos el mejor concierto que se recuerda de todas las ediciones,con sus míticas canciones repartieron “trallazos” de rock a diestro y siniestro. Provocando una de las escenas mas bizarras que se recordaran “bañando” en abono al director del festival en el escenario,un cierre espectacular sea dicho de paso, un cierre espectacular a la ansiada espera del regreso de la siguiente edición.

Fotos: Sergio Vieites Canedo