Las cifras de asistencia facilitadas por la organización indican mayor asistencia la jornada del viernes (casi 14000) frente a las más de 12000 del sábado. Lo cual denota el tirón de ZZ TOP, frente a la falta de un cabeza de cartel con más tirón de la segunda jornada. La lluvia, protagonista en la edición anterior, solo deslució el concierto inicial de Nico Duportal (de los retomados conciertos de la Plaza de la Virgen Blanca) en la jornada inicial. La coincidencia de horarios de los escenarios 2 y 3 fue una de las quejas unánimes, así como la insuficiencia de lavabos y puestos de comida, con colas interminables. Entre los conciertos memorables destacar los de Black Mountain , J.D. McPherson, ZZ Top, Cracker, John Paul Keith y Wovenhand.

VIERNES 19

NICO DUPORTAL & HIS RHYTHM DUDES: el xirimiri y la lluvia intermitente dejó medio vacía y poblada de paraguas la plaza de la Virgen Blanca, con la mayoría de asistentes guareciéndose debajo de los toldos y parasoles de las terrazas. Verlo desde la distancia no impidió disfrutar de los sonidos vintage del parisino que con su banda recorrió con solvencia estilos como el rockabilly y el swing. Repitió por la noche en Mendizabala cerrando el escenario 3 (dedicado a Kim Fowley).

SVEN HAMMOND: El quinteto holandés liderado por Sven Figee (al frente de su órgano hammond), un cantante de color Ivan Perotti, y un bajo poderoso, hizo también doblete abriendo el escenario 1 (dedicado a B.B. King) y repitiendo el sábado en la plaza de la Virgen Blanca. Con un estilo cercano al soul rock, que en varios momentos recordaba a Ocean Colour Scene de sus primeros tiempos, presentaban su ultimo disco “The Usual Suspect” triunfaron por todo lo alto el sábado, pero el viernes el escenario les vino algo grande.

THE DUBROVNIKS: Los australianos que se separaron en 1995, en la actualidad se han reunificado con su formación original. Durante 50 minutos su rock atemporal surcó el escenario 2 (dedicado a Bobby Key), que como novedad ha perdido la carpa y ganado en sonido. De hecho el viernes fue el escenario que mejor sonó. Así The Dubrovkiks fueron turnándose a la voz solista el bajista Boris Sudjovic y los tres guitarristas, para ir pasando por su cancionero de finales de los 80 hasta mediados de los 90. Sonaron contundentes, pero falto algo de chispa. No se olvidaron de “Fireball Of Love”, “Audio Sonic Love Affair” y “Run Baby Run”.

J.D.MCPHERSON: Destacable su actuación en el escenario principal, aunque por su estilo hubiera sido más adecuado ubicarlo en alguno de los otros escenarios. Es en salas (como en Apolo 2 en noviembre de 2011) donde se aprecian mejor sus preciosistas desarrollos0. Presentaba su segundo trabajo Let The Good Times Roll y sonó apreciablemente bien, pero las continuas charlas no me permitieron disfrutar como se merece su impecable y entusiasta rockabilly, rock’n’roll, swing y estilos vintage afines.

D.GENERATION: Uno de los solapes que me obligaron a decidir entre WHITE BUFFALO (que según cuentan dio un apreciable bolo) y los reunificados D. GENERATION con Jesse Malin al frente. Su rock glam sonó contundente aunque algo repetitivo. Remarcable la presencia escénica y entrega de Jesse y sus prestaciones vocales. Temas como “Not Ready To Die”, “Degenerated” y “No Way Out” enardecieron a los asistentes.

TELEVISION: Repetían en el festival, donde ya estuvieron en la edición de 2005, pero no desarrollaron todo su potencial. Tocaron al completo “Marquee Moon” (1977) su álbum más emblemático, pero lo hicieron en un orden distinto. Dejando para el final el tema que le da título. A Tom Verlaine le acompaña desde hace años Jimmy Ripp (apreciable guitarrista) supliendo con solvencia a Richard Hell, entrelazando continuamente los riffs de sus guitarras. El escaso volumen del escenario principal y la característica aparente desgana de Tom restaron emoción a su set, aunque para sus incondicionales siempre es un placer disfrutar de nuevo de temas tan redondos.

BLACK MOUNTAIN: Otro de los triunfadores del viernes y otro de los solapes, esta vez con Lee Bains III. Aunque se publicitaba que era su primer concierto en España, lo cierto es que ya pudimos disfrutar de su rock lisérgico en el Primavera Sound de 2007 y en Apolo en noviembre del mismo año. Magnífico el concierto de los canadienses, con largos desarrollos, teclados incendiarios y riffs candentes, junto a momentos de psicodelia envolvente y turnándose a las voces Amber Webber y el guitarrista. Aunque una parte del público no lograra entrar en su propuesta, para mí fue de los mejores del viernes y con un sonido impecable.

ZZ TOP: Eran los cabezas de cartel de la jornada y del festival y se notó en la gran afluencia en el escenario principal, con un público variopinto y de todas las edades. Eso me impidió disfrutarlo y visionarlo con comodidad, aparte de un volumen demasiado bajo, que no lograba enmudecer las continuas charlas. Los barbudos Billy Gibbons a la voz y guitarras y Dusty Hill al bajo, y como no con Frank Beard a la batería, arrancaron con “Got Under Pressure” y fueron desgranando su clásico repertorio desde “Waitin’ for the Blues” “Jesus Left Chicago”, “Gimme All Your Lovin”; y versiones como “Foxy Lady” de Jimmy Hendrix y “Cat Fish Blues”(cantada por Dusty Hill). Los temas se complementaban con videos en pantallas demasiado bajas en la parte trasera del escenario. A los casi 70 minutos se despidieron con “Sharp Dressed Men” y “Legs” momentáneamente, para reaparecer en el bis con dos sus más famosos temas “La Grange”, con su genial riff coreado al unísono incluso por adolescentes, y remataron con “Tush” sus 80 minutos de actuación.

L 7: Otra de las reunificaciones del festival. Donita Sparks, Suzy Gardner, Jennifer Finch y Demetria Plakas, mantienen en directo la energía salvaje de sus inicios en el 85, aunque el paso de los años se deja notar. Su hard rock, con actitud punk fue una excelente manera de despedir la jornada.

SABADO 20

POWERSOLO: Los hermanos daneses Kim y Bo Jeppesen, delgados y con ligera semblanza física a los Sparks, no se amedrentaron ante la inicial escasa presencia de público y la grandiosidad del escenario 1 y nos obsequiaron con su enérgica propuesta en la que combinan blues acelerado, actitud punk , psychobilly y rhtyhm & blues. Fueron unos intensos 40 minutos, perfectos para iniciar la jornada en Mendizabala.

EAGLES OF DEATH METAL: En el escenario 2 repetían en el ARF con su stoner rock, de nuevo sin Josh Homme, que no suele acompañarles en las giras por sus compromisos con QOTSA, pero si con Jesse Hughes que ejerce de líder en su ausencia cantando, saltando e interactuando con el público. A la flying V de Dave Catching, se le unió en varios temas la flying V de Brent Hinds (uno de los guitarristas de Mastodon). Rock intenso pero con una cierta monotonía.

CRACKER: Fueron de los que mejor sonaron en el escenario principal y uno de mejores bolos de esta edición. La música del grupo liderado por el pelirrojo David Lowery (de Camper Van Beethoven) y el también guitarrista/cantante John Hickman, sonó potente. Complementado todo con otro guitarrista a la pedal Steel, una teclista, un bajo profundo y un batería. Country rock de medios tiempos, aceleraciones, solos cargados de electricidad a cargo de John, temas reconocibles como “Low”, “Kerosene Hat” y “Euro- Trash Girl”, pero con renovada intensidad.

REIGNING SOUND : Ya en la segunda jornada di una oportunidad al escenario 3 seducido por la presencia de Reigning Sound, a pesar de la coincidencia con RED FANG (que según cuentan dio un concierto soberbio). A pesar de haber oído quejas sobre el sonido de este y el primer escenario en el día anterior, el concierto de Reigning Sound y los dos posteriores a los que asistí sonaron francamente bien, además sin aglomeraciones. Greg Cartwright (ex The Oblivians) y su banda dieron un recital de rock atemporal a veces más calmado, pero siempre cargado de electricidad.

MASTODON: Eran teóricamente los cabezas de cartel de la jornada, pero preferí verlos desde la distancia ya que en principio no era de los que más me interesaban. Aun así y aun habiendo oído quejas de la linealidad y falta de intensidad de su actuación, a mí no me desagradaron sus duelos guitarrísticos entre la flying V de Brend Hinds y la otra guitarra. Voces cambiantes más o menos guturales. Una hora de metal progresivo de largos desarrollos, quizás con menos volumen del esperado.

JOHN PAUL KEITH: Una de las revelaciones del festival fue el guitarrista y vocalista de Tennessee, que con su look a lo Buddy Holly , enardeció con su banda a los afortunados asistentes. Guitarras cristalinas, ritmos pretéritos variados, actitud, tablas. A seguir en salas.

OCEAN COLOUR SCENE: Fueron la otra cara de la moneda. Incorporados al cartel a última hora, sin Steve Cradock (de gira con Paul Weller). Les vi desubicados en el escenario 1 y empeñándose Simon Fowler en entonar melodías intimistas ante el cada vez más menguante publico. “The Riverboat Song” no decepcionó, y aunque el guitarrista suplente no desmereció, la sombra de Steve sobrevoló el escenario, con un Simon Fowler algo apático y como resignado. Una lástima por lo que representa y los buenos momentos que nos ha deparado con anterioridad en salas.

WOWENHAND: Un cierre perfecto del festival con David Eugene Edwards y su banda, también repetidores aunque en la edición de 2009 tocaron en el escenario 2 a hora temprana. Impresionante el percutir tribal de la batería en varios temas, la profundidad del bajo y la electricidad de la guitarra y como no David Eugene a la voz cada vez más gutural y sus gestos chamanicos. Venía con su séptimo trabajo como Wowenhand “Refractory Obdurate” que ya había presentado en Apolo 2 a finales de 2014.

Fotos de : ©MusicSnapper (www.musicsnapper.com) y ©RhythmAndPhotos (www.rhythmandphotos.com)