Una de las cosas que más nos gustan de Cosmen Adelaida, es su facilidad para fusionar las influencias anglosajonas, con las de aquí. El indie-rock de los noventa siempre ha estado presente en su música, pero, a su vez, la movida madrileña y el pop que se hacía en aquella época, también han sido una parte importante en sus canciones. Algo que en su nuevo trabajo se ve con mucha más claridad, a pesar de la oscuridad que hay en parte del álbum.

Dos caballos” es un trabajo que se podría dividir en dos partes; una primera en la que los madrileños han metido los hits más luminosos, y una segunda en la que las influencias más oscuras ganan más protagonismo. En las dos están realmente acertados, aunque, quizá, ganen la partida las primeras.

El tercer disco de Cosmen Adelaida empieza a lo grande, con los dos singles que han servido de adelanto. Tanto ‘Contra la pared’, con ese teclado tan presente, como ‘Hermanos Wright’, cumplen de sobra con su cometido, que no es otro que el de enganchar al oyente de buenas a primeras. Es más, la segunda, y su estribillo, tan potente y pegadizo, son de lo mejor que ha salido de aquí en meses. Tras ellas, “2CV”, con esa parte final tan emotiva y épica, nos recuerda por qué, “La foto fantasma”, su anterior trabajo, se convirtió en uno de los discos de 2014. Algo que también ocurre con ‘Parque jurásico’, quizá el corte donde más se nota esa fusión entre los ochenta de aquí, y los noventa del otro lado del charco.

De todos es sabido que el mundo siniestro y gótico tuvo una gran repercusión en los grupos de la movida, que tiraron de The Cure, Psychedelic Furs y Joy Division, todo lo que pudieron y más. Cosmen Adelaida recuperan ese sonido en ‘El final’, un corte directo y rápido, en el que las guitarras, tan cristalinas, y los teclados, tan lúgubres, nos llevan directamente a esa época. Aunque para lúgubre ‘Piranesi’, el tema en el que, a continuación, se ponen más oscuros que nunca. Y la verdad es que se les da muy bien, ya que suenan potentes, con esa producción tan cruda que les ha hecho Paco Loco. Solo hay que escuchar esa brutalidad llamada ‘Huida’, digna sucesora de ‘Becerro de oro’, uno de sus mayores éxitos. Pero si hay una canción que representa el sonido de los ochenta, es la magnífica ‘El futuro’. Estamos ante la que debe de ser su canción más electrónica, y una de las mejores del disco. Más que nada porque, con ella, abren una puerta que les lleva a otros tipos de sonidos. Aunque, eso sí, inmediatamente después, nos dejan ‘Mastín’, un tema totalmente Cosmen Adelaida.

La última sorpresa del disco llega justo al final, con ‘Ibizca’, en la que cambian la camisa por el poncho y se van hacia una especie de folk hippie y psicotrópico. Demostrando así, que se atreven con cualquier cosa.

Si con “La foto fantasma”, Cosmen Adelaida se confirmaron como uno de los grupos más interesantes del panorama nacional, con “Dos caballos” no solo repiten la jugada, también nos muestran que son unos músicos con inquietudes, a los que nos les cuesta salir de su zona de confort. Y eso siempre es bueno.