¡Feliz 2022! Arrancamos el nuevo año de lecturas con una obra magna de las biografías musicales cortesía de Contra. Me refiero a Come as you are. La historia de Nirvana, del insigne periodista norteamericano Michael Azerrad. Una abisal aproximación al grupo y su brutal e inesperado fenómeno con, huelga decirlo, especial detalle en el retrato de su malogrado, contradictorio y esquivo icono Kurt Cobain. Un clásico del género por fin recuperado para nuestro país.  

¿Se puede añadir algo novedoso a lo ya dicho sobre Nirvana en 2022? Es algo que se antoja imposible. Además, Come as you are data de 1993 —con un soberbio capítulo final, corolario a la muerte de Cobain en abril de 1994, incorporado posteriormente—. Incluso el propio Azerrad ha estado involucrado en otras referencias más recientes sobre la «materia» —coprodujo el documental Kurt Cobain: About a son, de 2006—, por lo que el lector no va a encontrar sorpresas per se en el libro. Y, sin embargo, estamos ante una obra única, difícilmente comparable a los ríos de tinta vertidos y de sobra conocidos acerca de la banda de Washington.  

Ello se debe al privilegiado acceso del que Azerrad dispuso respecto a los miembros y el entorno de Nirvana, a un nivel que pareciera exclusivamente reservado a las biografías oficiales —la génesis del libro nace de la petición de Cobain al periodista cuando banda y, sobre todo, Courtney y Kurt, comenzaban a ser jugosa carnaza para los medios—. Algo que, afortunadamente, no es el caso de Come as you are. Exhaustivo en su seguimiento. Ecuánime en el análisis de su meteórica trayectoria —incluidos discos y conciertos—. Íntimo en el retrato de sus distintas personalidades, repleta de vaivenes y zozobras —con generoso espacio, por fin, para el explosivo Krist Novoselic y Dave Grohl, además de los efímeros secundarios—. Valiente en el esbozo de sus paradojas vitales… En definitiva, cercano a la verdad de una forma del todo inusual en el género.    

Por si fuera poco, e igual que ya sucedía con esa obra maestra que responde al título de Nuestro grupo podría ser tu vida —nunca me cansaré de recomendarlo—, en Come as you are Michael Azerrad marida los relatos de las vicisitudes de la fugaz carrera de Nirvana y, particularmente, la tragedia griega de su líder, con el de su contexto cultural. No se me ocurre mejor guía para trasladarnos al papel ese momento en el que el rock alternativo, propulsado por la supernova de Nevermind en 1991, se convierte en masivo. El musicólogo neoyorquino nos permite vislumbrar las bambalinas de ese movimiento sísmico en la música popular que la industria rápidamente intentó captar. 

Y es que Come as you are es un relato formado por múltiples relatos. Azerrad nos habla de la pueblerina Aberdeen y, por contraste, la singular —y más bien esnob— escena de Seattle. De Sub Pop y, a la vez, multinacionales en busca de nuevas gallinas de huevos de oro. De la reduccionista y muy cuestionable etiqueta grunge a la exposición permanente en MTV. De dinámicas de grupo harto particulares —las que se dan en el seno de una banda—, que insinúan a las claras que Nirvana nunca hubiera tenido una carrera muy longeva. O de relaciones afectivas volátiles y marcadas por las adicciones. De circos mediáticos, difamaciones y discursos oficiales. Del boomerang perverso que conlleva la fama…  

Sin olvidar, todo lo contrario, la inmersión en el «misterio Kurt Cobain». Un joven que conoció la pobreza, convivió con el dolor físico crónico y la acuciante sombra de la depresión, poderosos motivos para abrazar las drogas como fraudulento paliativo. Que anhelaba la popularidad y el éxito, pero sin querer lidiar —¿imaginar siquiera?— con lo que ello conllevaba. Rebelde desde la cuna, de radical idiosincrasia underground, destinado a ser icono pop y portavoz de las masas… ¿a su pesar? Come as you are nos muestra a un individuo ambicioso, lúcido y genuinamente talentoso, al mismo tiempo extenuado y errático por sus adicciones, no tan ocasionales intransigencias en el seno de Nirvana —pobres baterías—, y el peso de su sobredimensionada figura. 

Ágil, honesto e intenso —bien reflejada por la traducción de Elvira Asensi—, Come as you are es el certero relato de un tren destinado a descarrilar, en el que Michael Azerrad consiguió cuadrar el círculo. Condensando y contextualizando desde todas sus aristas el devenir, turbulento e inestable, de un grupo que representa como nadie el mito de Ícaro en el rock. Las internas y relativas a las personalidades de sus miembros, gracias a una cercanía sin parangón de su autor. Y las fuerzas externas, que ejercieron una presión desmedida sobre sus protagonistas principales, fundamental y funestamente, Kurt Cobain. Sin duda, obra mayor.