8.3
Score

Final Verdict

Caroline Polachek entrega un segundo disco en solitario digno de una gran estrella del pop. Un trabajo en el que necesitamos las dos manos para contar sus hits, y en el que logra dar un toque de frescura al pop actual.

Caroline Polachek llega a su segundo trabajo convertida en toda una estrella del pop. Algo que parecía impensable cuando escuchábamos su voz en los discos de Chairlift, una banda que no estaba mal, pero que tampoco era la panacea. Pero, desde que empezó su carrera en solitario, ha ido cosechando un éxito detrás de otro. Sobre todo, en lo que ha crítica se refiere, porque en los últimos tiempos ha sido habitual ver sus canciones en lo más alto de las listas de lo mejor del año. Y lo mejor es que su carrera no ha tocado techo, porque su nuevo trabajo es una colección de canciones pop, algo ecléctica, pero absolutamente incuestionable.

El gran problema que podría tener ‘Desire, I Want To Turn Into You’, es la inclusión de todos los singles previos. Temas como “Bunny Is A Rider”, “Sunset”, o “Billions”, han puesto el listón muy alto, pero lo cierto es que Polachek ha conseguido mantener muy bien el equilibrio entre los hits y los cortes inéditos. No obstante, aunque es un trabajo bastante ecléctico, en el que hay pop electrónico, flamenco visto desde una perspectiva anglosajona, dembow, o trip-hop, también cuenta con bastante coherencia. Quizá, porque todos estos temas reflejan esa especie de vida europea idílica y sin obligaciones que ha tenido Caroline Polachek en los últimos tres años. No obstante, ha compuesto temas en Barcelona, Londres, o Sicilia.

El disco empieza a lo grande con “Welcome To My Island”, todo un dardo de pop electrónico en el que se deja llevar por los sonidos que llenaban la radiofórmula a principio de siglo. Aunque siempre con ese toque personal que le da su voz. Un sonido que también aparece en la melancólica, y absolutamente genial, “I Believe”. De hecho, se haría justicia si fuera el siguiente single. Aunque lo tiene difícil, porque a la largo del álbum hay multitud de candidatas a ocupar ese honor. Es el caso de la delicada “Fly To You”, en la que se deja acompañar por Grimes y, de paso, rescata a Dido. Y todo, para llevar sus voces a mundos drum and bass. O de esa “Smoke” llena de vibrantes cajas de ritmos que se adentran en terrenos más épicos.

Al igual que su primer trabajo, gran parte del álbum está producido por Caroline Polachek junto a Danny L Harle. Aunque aquí la colaboración va más allá, porque esta vez Harle también aparece en la composición de muchos de sus temas. Algo curioso, porque, a pesar de que es uno de los reyes de la PC Music, éste, no es un estilo que tenga mucha representación en el álbum. Quizá, un poco en esas voces pasadas de rosca, pero poco más. De hecho, encontramos muchos momentos bastante relajados en el disco. Como es el caso de “Pretty In Possible”, que se mueve entre sedosos ritmos electrónicos. O las etéreas “Hopedrunk Everasking” y “Butterfly Net”, que casi podría aparecer en un disco de Enya. Y hay que decir que sale bastante airosa del embrollo en el que se mete. Como en prácticamente todo el disco.