El pulso entre psicodelia y melodía
Aunque haya quién siga diciendo que todo está inventado, creo que siempre hay maneras de estirar los géneros, darles una vuelta y buscar nuevas combinaciones sugerentes. Los brasileños Boogarins se mueven entre la psicodelia y el pop, en una búsqueda perfecta entre atmósferas y melodías. Consiguen trasladarte a un universo sonoro de contrastes, de riffs reiterativos y alargados en un bucle feliz, de bajos vibrantes y de ritmos sabrosos y trepidantes, todo ello mecido por la dulce voz de Dinho Almeida, que parece un Hendrix brasileño.
El guitarra Benke Ferraz reconoció ante el público que tras una larga temporada sin tocar venían con ganas para esta gira europea de 16 fechas, que la semana pasada recaló en España. La sala ofrecía una buena entrada: con tres cuartas partes de aforo en la Caracol, un claro triunfo de la música en directo con una banda underground, y buena muestra del interés por el público por propuestas diferentes.
Mi amigo Carlos Trapece me habló maravillas del directo de Boogarins y de su colorida paleta sonora. Y tras el concierto del otro día puedo decir que son una banda puntal en directo. Cabe destacar, porque sobresale, a Ynaiã Benthroldo, batería explosivo y puro ritmo, que marca el pulso de la banda. En una prolongación del sonido de Os Mutantes, Boogarins van más allá del tropicalismo. Sus últimos trabajos, ‘Manchaca vol.1’ (2020) y ‘Manchaca vol. 2’ (2021), son una colección de demos, descartes y rarezas que demuestran que hasta en ese material más oculto hay a lo que acogerse. Su cuarto disco, ‘Sombrou Dúvida’ (2019), fue el que les colocó definitivamente en el punto de mira. Aunque antes ya habían tocado en el South by Southwest y el Primavera Sound, o girado Estados Unidos, Europa y América Latina. El repertorio elegido se ciñó en parte en este disco. Entre canciones más rítmicas, otras más pop, algunas más luminosas. El concierto madrileño tuvo esa combinación perfecta entre atmósferas etéreas, melodías y ritmos gozosos donde las canciones se prologan y ganan en matices, en aristas y brillos, y donde el oyente también conecta con esa energía musical. Abrió el dúo asturiano Tarik Rahim con unos pasajes musicales muy sugerentes a los que preveo gran porvenir.