Javi Betacam es uno de esos artistas a los que nos hemos acostumbrado a ver por los escenarios de la capital (y del resto de España). El de Torrelavega ha tocado en bandas como Templeton, Rusos Blancos o Cosmen Adelaida, pero no es el típico músico que decide emprender una carrera en solitario. Ésta siempre ha estado ahí, y en la última década ha publicado una buena cantidad de canciones, las cuales acabaron recopiladas bajo el nombre de “Saca Pecho”. Además de un EP notable llamado “Tecnazo”. Ahora, por fin, pública “Mítico”, el que es su álbum de debut, y el que puede consagrarle definitivamente. O, mejor dicho, el que debería consagrarle, porque es una colección canciones enorme.

Con el pop electrónico como bandera, Betacam se ha dejado llevar por sus ganas de hacer lo que le da la gana. No ha tenido ningún miedo a la hora de escribir canciones de amor contemporáneas, que son las grandes protagonistas del disco, y quizá, por eso, le ha salido un trabajo de lo más natural. Una naturalidad que resulta evidente en una balada tan sintética como ‘La discusión’, donde nos relata una crisis de pareja que, afortunadamente, acaba con un final feliz. Y una naturalidad que viene de perlas cuando llega el momento de recordar viejos amores que nunca han terminado de marcharse, como es el caso de ‘Ave rapaz’. Una canción en la que, por cierto, se va al synth-pop más ochentero, y en la que deja claro lo bien que se le dan este tipo de sonidos. Algo que también demuestra en la costumbrista ‘Canoe’, otra de las grandes canciones de amor del disco.

Aunque la gran mayoría de los temas giren en torno al amor, “Mítico” es un disco tremendamente bailable. Ahí está esa ‘Chacal’ que, particularmente, me recuerda un poco a los últimos Pet Shop Boys. O ese himno de pop con retazos de Hi-NRG y pianos house llamado ‘Rey Sol’, que resulta de lo más emocionante. Pero sí es cierto que hay una canción que destaca un poco del resto. ‘Otras chavalas’ es el gran hit del disco, y uno de los temas nacionales de este 2018. Es un corte perfecto, donde una estupenda melodía y un ritmo bailongo se ponen al servicio de un gran estribillo. El cual, por cierto, se vuelve enorme en la parte final, cuando sube el tono de la canción. Desde luego, si el mundo fuera perfecto, esto se bailaría en todos los saraos de este verano.

Mítico” también cuenta con varias canciones que, aunque son puramente electrónicas, podríamos meter dentro de un pop más convencional. Una de ellas es ‘Reliquias’, que va subiendo de intensidad hasta acabar en una emocionante parte final. Y luego están esa especie de oda a la madurez y a los cambios que va surgiendo cuando se cumplen años llamada ‘No más’, y la apocalíptica, y algo oscura, ‘Extraterrestre’, que también son fantásticas.

Estamos ante un álbum de debut que recoge los frutos de una trayectoria que abarca más de una década de carrera y, quizá, por eso, no parece un primer trabajo y sí un álbum de consagración. En cualquier caso, es un gran disco.